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sábado, 27 abril 2024

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Luis Albors: ‘Después de los 40 años hay mucha gente que ha conocido a Jesús gracias a la acción de Juniors’

Entrevista a Luis Albors, presidente de Juniors Moviment Diocesà con motivo del 40 aniversario de su fundación.

Luis Albors es ingeniero industrial y con 31 años compatibiliza su trabajo, su dedicación personal como marido y padre con dirigir la organización juvenil más grande de la provincia de Valencia y el reto de organizar su 40 aniversario en un evento que congregará a más de 10.000 personas en el estadio del Levante ‘Ciutat de València’

P. ¿Cuál es tu historia de Juniors?

R. Yo soy de Castellar-Oliveral. Pero mi camino de fe lo hice en Epifanía del Señor y Santo Tomás de Villanueva, que está en València.

Entré en juniors desde la etapa más pequeña (pacto) pasando por las diferentes etapas (Identidad, Experiencia y Estilo), me confirmé en la parroquia, y después entré en una comunidad neocatecumenal, que es el otro movimiento que coexiste en la parroquia. Llegada la edad me convertí en educador, fui creciendo desde el equipo de educadores, y llegué a ser jefe de mi centro coordinando un equipo de unos 25 educadores.

“Creemos que era importante poner el fuego en la sinodalidad de la que nos hablaba el Papa Francisco”

¿Y a nivel diocesano?

La primera aparición fue en el encuentro diocesano de educadores del “2000 y pico” en 2017. Me pidieron que me encargase del área de experiencias, y es cuando empecé a conocer el mundo diocesano. Fui implicándome y conociendo más gente. Al final del año, acababa la presidencia de Pedro Ándres, y juntamente con un equipo de personas decidimos, encabezados por mí, plantear una candidatura a la presidencia de Juniors que respaldó la Asamblea General, y después Don Antonio Cañizares hizo mi nombramiento como presidente.

Desde aquí iniciamos primero el proyecto Sínodus. Al igual que el Papa Francisco convocó un sínodo de jóvenes, pensábamos que Juniors también necesitaba esto: trabajar el acompañamiento de los educadores, y que los educadores transformen el acompañamiento en más acompañamiento hacia los pequeños, y sobre todo en la manera en que decidíamos las cosas en Juniors. Creemos que era importante poner el fuego en la sinodalidad de la que nos hablaba el Papa Francisco.

Han sido años muy intensos…

En estos 3 años pasaron muchas cosas: la que más nos afectó evidentemente fue la pandemia del Covid-19. El movimiento sufrió mucho, como todos los ámbitos de la sociedad, pero especialmente por nuestro estilo de compartir, estar juntos y hacer actividades.

Las limitaciones que existían no hacían posible que nuestra actividad pudiera ir adelante y sobre todo que tuviera fruto, porque mucha gente se desarraigó, también atraídos por otras ofertas de ocio o de educación que tenían más posibilidades de poder continuar. Mientras que nosotros nos habíamos quedado reducidos a cosas que no eran lo que hacíamos habitualmente como el modo on-line.

Hoy lo recordamos como uno vago recuerdo, pero sinceramente fue muy duro. Sin embargo, los centros Juniors valoraron muy positivamente que les informáramos en cada momento sobre qué cosas eran seguras: dábamos certezas sobre las medidas a los centros cuando había mucha desinformación. Desde entonces sentimos que hay mucho más de arraigo de los centros hacia el movimiento diocesano.

Y renovaste mandato

Sí, tras pasar la pandemia me presenté a la reelección con un proyecto denominado Kairós, enfocado a aprovechar el momento oportuno y no valorarlo como una desgracia, sino como una oportunidad para focalizarnos en la formación de los educadores. Esto es lo que hemos ido trabajando, todo un recorrido que nos ha llevado a las puertas del 40 aniversario.

¿El concepto de un presidente casado a los 31 que ya es padre no choca con la imagen del joven estándar?

Yo cuando tomé la decisión de salir adelante, al menos presentar la candidatura, todavía no salía con Paula, mi mujer. El hecho de ser presidente no iba a imposibilitar que Dios fuera haciendo su historia en mi vida y cuando lo vimos conveniente nos casamos. Luego Dios nos regaló a nuestro hijo Pablo. Yo creo que en la simplicidad de las cosas es donde está la voluntad de Dios, no de hacer cosas raras o forzadas. Al menos yo lo he experimentado así. El resto de la gente puede decir otra cosa o puede estar viviendo otra cosa. Yo te hablo de mi proceso.

¿Cómo definirías Juniors? Sin definiciones de libro…

En una palabra, sería evangelización. Esto es seguro. Y al final es un movimiento, evidentemente, que pretende transmitir el mensaje de Jesús a los más pequeños. ¿Y cómo lo hacemos? Con actividades en fines de semana en las parroquias y después en los campamentos de verano. Estamos organizados territorialmente y también a nivel temático en el equipo diocesano.

Creo que salirme de la típica definición seria decirte algo que no es Juniors. Pero para mí es esto. Es una herramienta muy potente de evangelización que no funciona sola: tantos niños, laicos, consagrados, consiliarios, nos tenemos que implicar activamente para hacerla funcionar. Después de los 40 años creo que hay mucha gente que ha conocido a Jesús gracias a la acción de Juniors, a la acción de miles y miles de educadores y consiliarios, de todas las personas que hayan pasado. Y después.

Juniors para mí posibilita una experiencia de lo que es la casa del Padre. Dentro del que es la parábola del Hijo prodigo, tú quizás un día te vas de la Iglesia, no quieres saber nada, y te vas, pero siempre te queda el “yo aquí he conocido un Amor que no he conocido en el mundo” eso es Juniors.

Desde tu punto de vista, ¿qué es fundamental que tenga un centro Juniors?

Una de las cosas que se debe tener más claro, y sobre todo para poder ser un centro Juniors, es que tiene que ser una pastoral de la parroquia. Sin la vinculación parroquial, cualquier centro Juniors está condenado a desaparecer o a ser el que no tiene que ser. Esto es lo principal. Después, evidentemente, un grupo o un equipo de educadores comprometidos, de jóvenes comprometidos dentro de la parroquia, y un consiliario que pueda acompañar a la actividad de estos jóvenes dentro de la parroquia.

¿Cómo afecta la realidad social a Juniors? Visibilización LGTBI, emergencia climática, subida del coste de la vida…

No tiene una respuesta fácil para todos, pero hay que tener en cuenta que Juniors es un movimiento diocesano. Y por tanto nos debemos al arzobispo, es una asociación pública de fieles y que somos parte de la Iglesia. Nosotros, igual que la Iglesia, tratamos estos temas siempre con verdad y misericordia. Y sobre todo poniendo el foco en la criatura, en la persona, que es quien al final Dios ha creado y ama a la persona.

“A nivel dentro de la Iglesia, creo que las realidades que coexisten son complementarias”

¿Y con quién compite Juniors hoy en día?

Yo diferenciaría entre las localidades más grandes, que tienen una oferta de ocio muy competente, y las localidades más pequeñas. Las primeras, la oferta, sobre todo deportiva, y también otros tipos de ocio que cada vez se potencia desde las redes sociales, es la principal competencia. A nivel dentro de la Iglesia, creo que las realidades que coexisten son complementarias. Realidades como por ejemplo Hakuna ayudan a la vida de fe de educadores del movimiento Juniors.

¿Qué supone poner en marcha un evento como un 40 aniversario?

Supone mucho. Primero una coordinación general que hay tres personas, después un equipo más amplio de responsables de área que hay unas veinte personas y después toda el área de voluntariado que hay doscientas personas más. Movilizar todo esto es lo que más cuesta, pero esto después se transforma en una acción evangelizadora en cada parroquia.

¿Qué dos o tres objetivos te has marcado para este acontecimiento?

El primer objetivo era la celebración de estos 40 años, de hacer una celebración multitudinaria en la que todos juntos pudiéramos celebrar estos 40 años de historia del movimiento. El segundo objetivo es reforzar la identidad Juniors. Y la tercera era reforzar nuestra fe como cristianos, es decir que somos un movimiento católico y el arraigo de todas las parroquias.

En el Encuentro Juniors fuisteis 8000, ahora habéis pasado las 10.000 inscripciones. ¿Cómo habéis conseguido crecer?

El crecimiento se debe a la voluntad de los centros de participar y a la sensibilidad y ganas de reencontrarse de la gente. Hemos contado con la participación de antiguos educadores y la colaboración de centros que ya no existen. También hemos tenido apoyo de realidades diocesanas y otras diócesis. Las herramientas digitales modernas, como los videos, han ayudado a aumentar la visibilidad y a contagiar el entusiasmo. El deseo de participar ha estado fuerte. La clave ha sido el contagio y la voluntad de continuar con la misión de Juniors.

Hay 115 centros activos que se han apuntado. ¿Cuál es la cantidad de centros que hay?

La cifra oficial son 138.

¿Habéis tenido un apoyo de la administración pública para el acontecimiento?

Sí, hemos tenido apoyo tanto de las administraciones públicas como privadas. Y para centrarme más en las públicas, estoy sorprendido de la buena respuesta. La policía local de València, en el área de planificación, nos ha ayudado mucho con toda la magnitud de la jornada. También, con más altos estamentos, desde el Ayuntamiento de València que nos han recibido, y seguramente desde Presidencia de la Generalitat también nos recibirán. Valoramos muy positivamente este apoyo.

Hablemos también del día después.

Queremos potenciar todo lo que hayamos vivido ese día y aprovechar todo lo que genere. Yo creo que esto es lo más importante. Es decir, después, cuando vivimos el anterior 2000 y pico, la gente se implicaba muchas cosas más, con una sensibilidad total hacia el que iba planteando el movimiento. Potenciar todo esto de cara, sobre todo, también, a un posible relevo que, evidentemente, se tiene que dar y también generar movimiento y poder rodar.

“Queremos dar a conocer los 40 años de trayectoria y que la sociedad civil conozca todo lo que hacemos”

Pero de cara a la sociedad valenciana, ¿Cuál es el impacto que pretende Juniors con el aniversario?

Principalmente, el poner de manifiesto y dar a conocer los 40 años de trayectoria, y también generar alianzas estratégicas con determinadas entidades, como te hablaba antes, de patrocinadores, incluso entidades que se han querido sumar a la colaboración, para poder construir un marco en que se puedan aportar futuros reencuentros, el día a día de Juniors, y que también la sociedad civil conozca todo lo que hacemos.

Hay una cifra muy alta que se ahorra la educación y el tiempo libre a la sociedad de manera voluntaria. Y al final esto se transforma en mejores ciudadanos, personas que se quieren implicar a nivel social en muchas tareas. Al final acabamos recibiendo más. Esto pone de manifiesto que llevamos 40 años haciendo las cosas de una determinada forma y que queremos continuar haciéndolas. Quiero que la gente descubra esto.

¿Cómo animarías tú a un niño o a un adolescente a participar en Juniors?

Yo creo que es un lugar donde conocer personas extraordinarias. De hecho, muchos de mis mejores amigos son niños que iban conmigo de campamento y que después hemos sido educadores juntos. Y sobre todo es una oportunidad impresionante que Dios nos da como un regalo de poder conocer su mensaje.

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