Carlos Mazón ha defendido ante la comisión de investigación sobre la DANA en el Congreso que no respondió a llamadas de la exconsellera de Interior, Salomé Pradas, porque podía tener el móvil en la mochila o estar atendiendo otras comunicaciones.
Ha subrayado que en esos momentos se encontraba en movimiento y que esa circunstancia explicaría la falta de respuesta.
Ha insistido además en que Pradas no le pidió autorización para el envío del mensaje de alerta y ha recalcado que esa decisión no le correspondía.
Según su versión, el procedimiento de aviso no dependía de su visto bueno y, por tanto, no cabía esperar una validación por su parte.
‘No sé si estaba andando y tenía el movil en la mochila en ese momento, pero no cabe ninguna duda de que mi actitud es la contraria a la que se ha dicho en esta sede’, ha asegurado al ser preguntado por la llamada de las 19:10 horas que no contestó.
Llamadas y competencia del aviso
Con estas explicaciones, Mazón ha tratado de despejar dudas sobre su actuación durante el episodio que examina la comisión y ha vinculado la llamada perdida a una cuestión logística, no a una desatención. Ha reiterado que el debate gira en torno a si el envío del aviso requería la intervención del president; él ha mantenido que no formaba parte de sus funciones y que, en cualquier caso, no recibió una solicitud en ese sentido.
Al insistir en que la decisión no le incumbía, ha puesto el foco en la distribución de responsabilidades y en la coordinación interna en situaciones de emergencia. Ha defendido que el área competente debía adoptar las decisiones sobre los mensajes de alerta conforme a sus competencias, mientras que su papel se centraba en el seguimiento y la coordinación general.
