La comparecencia de Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana en funciones, ante la comisión de investigación de la DANA en el Congreso ha estado marcada por un tono de máxima tensión. Gabriel Rufián (ERC) e Ione Belarra (Podemos) le han responsabilizado de la gestión de la catástrofe que se saldó con 229 fallecidos y han reclamado que se depuren responsabilidades, llegando a plantear su ingreso en prisión.
Cruce de acusaciones en la comisión
Rufián ha increpado a Mazón con una interpelación de gran dureza en la que le ha calificado de ‘inútil, mentiroso, incapaz, miserable, homicida y psicópata’. ‘Ojalá pague con la cárcel todo lo que ha hecho y ojalá el pueblo le deje de votar’, ha añadido, elevando el tono del enfrentamiento. El diputado ha insistido en que hubo avisos previos a la tragedia y ha repetido: ‘Miente usted, no es verdad’.
El debate se ha concentrado en tres frentes: si existieron alertas y avisos suficientes antes del momento crítico, cómo funcionó la coordinación del dispositivo de emergencia y qué responsabilidad política cabe exigir por la gestión de esas horas. En este marco, Rufián ha mostrado fotos de víctimas, ha leído testimonios de sus familiares y ha preguntado reiteradamente si el presidente en funciones iba a pedir perdón. Ha citado el caso de Nizan, un niño de cuatro años cuyos padres acudieron al colegio ‘porque no sabían nada, nadie les avisó’, y ha subrayado: ‘Una muerte absurda. ¿Quiere usted pedir perdón a esta familia?’.
Mazón ha respondido que no contaba con información sobre lo que estaba sucediendo en los primeros momentos ni sobre las primeras pérdidas de vidas, y ha expresado ‘la pena por todas las víctimas por igual, todas’. El presidente en funciones ha defendido además que ‘no ha vetado a ninguna de las víctimas’. En un intercambio especialmente tenso, Rufián ha afirmado: ‘Yo no era el que tenia que activar la alerta’, a lo que Mazón ha contestado: ‘yo tampoco’, en alusión a las competencias operativas durante la emergencia.
El diputado de ERC también ha preguntado ‘dónde se encontraba’ el presidente mientras se producían los hechos, y le ha acusado de estar en el restaurante ‘El Ventorro‘ y de rechazar llamadas de su consejera de Interior. ‘No mienta a las víctimas’, le ha reprochado, para rematar con: ‘Nunca me he encontrado con alguien como usted. Jamás’. Todo ello ha reforzado la idea de que, a juicio de Rufián, se habría fallado en la anticipación, la coordinación y la comunicación con las familias.
Belarra eleva la presión política
Ione Belarra ha asegurado que Mazón ‘es el responsable de la muerte de 229 personas por la dana en Valencia’, y ha insistido en que ‘toda España sabía lo que estaba pasando menos ustedes’. ‘Vamos a tratar de sacarle la verdad, pero sobre todo esperamos que hoy sea el primer paso para que se empiece a hacer justicia y para que este señor acabe donde tiene que estar, en la cárcel por su gestión homicida de esa dana en Valencia que se cobró 229 vidas‘, ha afirmado, reiterando: ‘Esperamos que hoy sea el primer paso para que se empiece a hacer justicia’.
Belarra ha puesto el foco en la comunicación interna durante las primeras horas de la emergencia y ha preguntado: ‘¿por qué en cuatro horas solo habló una sola vez durante dos minutos con la persona que era el mando único al frente de la emergencia en ese momento que era su consejera, Salomé Prada?’. Con ello ha subrayado la hipótesis de que hubo fallos en el flujo de información con el mando operativo.
En paralelo a las acusaciones, Mazón ha intentado centrar su defensa en dos ideas: que no disponía de datos concluyentes en los minutos iniciales y que la activación de alertas no dependía de él. La sesión ha cristalizado así dos relatos: por un lado, el que le atribuye ocultación, negligencia y desatención a las víctimas; por otro, el que sostiene que la información era incompleta y que las competencias operativas recaían en otros niveles de la administración.
La comisión ha sido convocada para que el presidente en funciones dé explicaciones sobre la gestión de la DANA, un examen político que ha derivado en un cruce de reproches sobre avisos previos, protocolos y responsabilidades. De sus conclusiones pueden desprenderse exigencias de perdón a las familias, reproches formales y nuevas iniciativas en el Congreso para depurar responsabilidades políticas, sin perjuicio de los procedimientos que correspondan en otros ámbitos.






