Sanidad y las comunidades han acordado este miércoles compartir, por ahora, los tres indicadores básicos de los programas de cribado de cáncer de mama, colon y cérvix: número de invitaciones a participar, respuesta a esas invitaciones y resultados positivos detectados.
El acuerdo se adopta en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud como paso inicial antes de ampliar el intercambio a otros indicadores en una fase posterior.
El entendimiento permite fijar una base común para medir cobertura, participación y hallazgos iniciales, lo que facilita comparar el desempeño entre territorios y mejorar la transparencia. Compartir estos datos sienta las bases de un sistema de evaluación que, con más métricas, deberá afinar la vigilancia del cáncer y apoyar decisiones de mejora continua en los programas.
Tres indicadores comunes para empezar
Según lo acordado, la Comisión de Salud Pública acabará de definir mañana estos parámetros para asegurarlos homogéneos en todas las comunidades.
A partir de ahí, los equipos irán trabajando en añadir nuevos indicadores con el objetivo de fortalecer la vigilancia del cáncer. La homologación técnica evita que distintas metodologías distorsionen los resultados y permite un seguimiento más comparable y útil para evaluar equidad y eficacia.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha celebrado que las comunidades gobernadas por el PP hayan aceptado remitir la información tras semanas de bloqueo.
‘Hoy podemos decir que tras semanas de un bloqueo incomprensible por parte de las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular, han aceptado finalmente entregar los datos de los programas de cribado’, ha afirmado al término de la reunión. García ha señalado que espera tener esos datos ‘en breve’ y ha añadido: ‘Cuando quieran, nos lo pueden entregar’.
También ha mostrado su satisfacción porque esas comunidades hayan ‘reculado, recapacitado y que hayan entrado al marco de colaborar entre todas las instituciones y darle confianza a los ciudadanos y ciudadanas de este país’.
Punto de partida operativo
Este acuerdo fija un punto de partida operativo: con los datos básicos compartidos y estandarizados, se abre la puerta a incorporar progresivamente nuevas métricas que reflejen mejor el funcionamiento real de los programas y su impacto. El desarrollo posterior deberá traducirse en una vigilancia más completa que consolide la calidad de los cribados y la confianza pública en el sistema.






