Diez años después del escándalo de los airbags de Takata, afectados por un grave fallo de seguridad, distintas marcas de automóviles siguen sustituyéndolos en las llamadas a revisión de sus modelos.
Hace poco tiempo fueron Audi, BMW, Skoda y Volkswagen. Y se repite ahora con Seat, que advierte del mismo problema (el inflador puede deteriorarse con el paso de los años liberando fragmentos durante el proceso de hinchado) a través del sistema de alerta rápida de productos peligrosos no alimentarios de la Unión Europea.
La alerta señala a los modelos de Alhambra, Ateca, Ibiza, León y Toledo fabricados entre 2012 y 2017. En el caso de que afectara a todos los vehículos comercializados en España entre esas fechas, sumarían casi 300.000 unidades, según la Organización de Consumidores y Usuarios. OCU se ha puesto en contacto con la marca para tratar de concretar esta cifra, pero no ha obtenido una respuesta, más allá de derivar a los servicios de consumo.
Lo que sí ha hecho Seat es facilitar un link donde los propietarios pueden confirmar si su vehículo está entre los afectados introduciendo el número de bastidor. En cualquier caso, OCU entiende que la marca se irá poniendo en contacto con los propietarios de estos vehículos para resolver el problema, que deberá solucionarse de forma gratuita y lo antes posible.
Salvo que se trate de un vehículo adquirido de segunda mano; en este caso no está de más que el propietario confirme el posible problema poniéndose en contacto con Seat.
