Valencia CF ha prohibido de forma cautelar el acceso a Mestalla al abonado al que abrió un expediente por insultos racistas y homófobos. La medida se mantendrá hasta que se resuelva el procedimiento de expulsión. Con este proceso, el club evalúa sanciones internas tras los hechos atribuidos al aficionado.
La decisión ha llegado después de la publicación por parte del diario Levante EMV de audios que recogían improperios proferidos durante aproximadamente un año y medio desde el sector 5 del estadio.
Con ese material, el club ha contado con pruebas para impulsar el expediente. Además, ha optado por el veto temporal con el objetivo de preservar el ambiente en las gradas. También busca evitar la repetición de conductas discriminatorias mientras se completa la investigación.
Medida cautelar y fases del proceso
El origen del caso se sitúa en la denuncia que el periodista que publicó el reportaje presentó el 29 de octubre ante la Fiscalía especializada en delitos de odio y discriminación, tras informar previamente tanto al club como a LaLiga.
A partir de esa queja, fuentes del Valencia explicaron que se analizó la conducta del abonado mediante las cámaras de seguridad en los seis o siete partidos siguientes. Además, también se envió personal de seguridad en otros encuentros, sin detectar acciones punibles en ese periodo. LaLiga, por su parte, envió a un observador en tres partidos, tampoco con registros de insultos.
Expediente de expulsión
Aunque los controles posteriores no constataron nuevos incidentes, la existencia de los audios difundidos ha permitido a la entidad abrir formalmente el procedimiento disciplinario.
El expediente de expulsión puede desembocar en la pérdida del abono y en la imposibilidad de acceder al estadio. Estas son medidas que el club aplicaría si confirma los hechos tras el trámite correspondiente.
En este contexto, la prohibición cautelar adoptada ahora funciona como una medida de prevención mientras se recaban y valoran todas las evidencias.
Con ello, el Valencia pretende garantizar un entorno seguro y respetuoso para aficionados y jugadores. Así como reafirmar su compromiso con la lucha contra el racismo y la homofobia en el deporte.
El club queda a la espera de resolver el expediente. Hasta entonces, el aficionado expedientado no podrá entrar en Mestalla.
