En una jornada simbólica durante el Nou d’Octubre, la Junta Directiva de Demòcrates Valencians (DV) ha dado un giro a su trayectoria. Tras diez años de actividad como un partido político centrado en la moderación y la defensa del autogobierno valenciano, DV ha decidido reconvertirse en una plataforma cívica, con el objetivo de convertirse en el Institut Valencià per l’Autogovern.
Albert Sarrió, secretario general de DV durante la última década, hizo un balance positivo del recorrido del partido, destacando la inclusión de todas las sensibilidades del valencianismo político y el diálogo con fuerzas políticas de otras comunidades como el País Vasco, Baleares y Cataluña. “Este camino ha servido para configurar un grupo de interés que ahora da un paso más allá, abrazando el debate civil y el legado político valencianista”, explicó Sarrió.
El nuevo líder de la iniciativa, Carmel Roda, expresidente de Joventut Valencianista, anunció su intención de incorporar a figuras históricas del valencianismo. Según Roda, los nuevos Demòcrates Valencians no solo aspiran a mantener viva la memoria de referentes como Ignasi Villalonga y Francesc Burguera, sino también a generar un debate civil necesario sobre el autogobierno en la Comunitat Valenciana.
La plataforma se erigirá en el Real Monestir de Santa María de la Valldigna, cumpliendo con lo establecido en el Estatut d’Autonomia, donde este emblemático lugar se considera el centro histórico y cultural del antiguo Reino de Valencia. Roda destacó la importancia de temas clave como la financiación justa, el corredor mediterráneo, la gestión hídrica y el derecho civil propio, pilares de su agenda bajo el lema #Trellat.
Demòcrates Valencians mira al futuro con ambición, con proyectos como la actualización de la “Declaració Valencianista” de 1918 y la reedición de la obra “De Impura Natione”, reafirmando su compromiso con la historia y el porvenir del autogobierno valenciano.
