El encuentro de Euroliga entre el Valencia Basket y el Hapoel Tel Aviv de este miércoles 15 de octubre se celebrará en el Roig Arena a puerta cerrada.
La entidad tomó la decisión después de recibir la recomendación de la Delegación del Gobierno y de las fuerzas y cuerpos de seguridad, que instaron a minimizar riesgos en el evento.
El club explicó que había apurado todas las opciones para que, al menos, pudieran acceder sus abonados. Sin embargo, afirmó que debía anteponer la seguridad de aficionados y trabajadores. Asumió que se trata de la decisión menos mala en el contexto actual. La medida llega pese a que el partido estaba incluido en el abono y había sido promocionado en el último choque disputado en el pabellón.
Motivos y precedentes
Las protestas contra las acciones de Israel en Palestina ya alteraron el normal desarrollo de eventos deportivos en septiembre. Varias etapas de La Vuelta no pudieron concluir como se planificó, incluida la final.
Ese precedente llevó al Valencia a abrir conversaciones con la Delegación del Gobierno. El Consejo Superior de Deportes declaró hace unos días el choque de alto riesgo. Esto supone un despliegue adicional de coordinación y controles, que aun así, no garantizan un entorno completamente previsible.
La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, apuntó que la decisión final corresponde a los clubes. Sin embargo, admitió que la sugerencia trasladada al Valencia iba en la línea de jugar sin público. En consecuencia, el club ha modificado su planteamiento inicial: no vendía entradas al público general. Pretendía permitir el acceso de sus más de once mil abonados, pero finalmente cerrará las puertas.
Convocatorias de protesta
También han pesado las convocatorias de protesta frente al Roig Arena para este miércoles, con el lema ‘Bàsquet sí, Genocidi no‘. Estos colectivos pedían incluso la suspensión del encuentro. Sin embargo, algo que, según la normativa, solo puede decidir el consejero delegado de la Euroliga. Por lo tanto, el partido se mantiene en el calendario y se jugará sin aficionados en las gradas.
Compensación a los abonados
La entidad no ha detallado si ofrecerá alguna compensación a los abonados por un partido incluido en el pase de temporada. Tampoco si aplicará el mismo criterio en la visita del Maccabi Tel Aviv, prevista para el 29 de enero. Este precedente puede condicionar futuros duelos con clubes israelíes tanto del Valencia como del resto de equipos españoles en la Euroliga, que también tienen programadas recepciones al Maccabi y al Hapoel en los próximos meses.
Con esta decisión, el Valencia Basket intenta reducir escenarios de tensión dentro y fuera del recinto y garantizar que el encuentro se dispute en condiciones de seguridad, aun a costa del impacto deportivo y social de jugar sin el respaldo de su público.
