La Generalitat ha iniciado la fase de regeneración de las playas de Tavernes de la Valldigna y Cullera, alimentándolas con arena extraída de los trabajos de reconstrucción y dragado del puerto de Cullera tras las recientes riadas. La intervención busca restituir la dinámica litoral alterada por el arrastre de sedimentos y, a la vez, recuperar la operatividad del puerto.
La actuación, con una inversión de seis millones de euros, ha combinado la reparación de daños y la reubicación de materiales acumulados en la desembocadura del Xúquer. El conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, ha comprobado el avance de las obras junto al director general de Costas, Puertos y Aeropuertos, Marc García Manzana, y representantes municipales.
El origen de la intervención se ha situado en la crecida del río Magro, que ha elevado el caudal del Júcar a su paso por Cullera. Ese episodio ha provocado un fuerte arrastre de sedimentos hacia la desembocadura y daños estructurales en varias zonas del puerto, además de una reducción del calado hasta los dos metros, que ha complicado la navegación de los barcos locales.
Dragado récord para recuperar el calado
En una primera fase se realizaron inspecciones y labores de mantenimiento por parte de los equipos de vigilancia y técnicos de la Dirección General de Costas, Puertos y Aeropuertos. Esas tareas evidenciaron depósitos de materiales y arrastres en el cauce y el canal de navegación, desperfectos en elementos de contención, taludes y caminos adyacentes, y deterioros en los muelles de uso pesquero y de oficinas.
La segunda fase, ya en marcha, ha concentrado los trabajos de emergencia y el mayor dragado acometido por la Generalitat hasta la fecha. Se ha estimado la extracción de 170.000 metros cúbicos de sedimentos en la desembocadura del Xúquer para restablecer la profundidad y la seguridad de maniobra en el puerto. En palabras del conseller, ‘estas actuaciones tienen el objetivo de sanear por completo este puerto, recuperar un calado de cinco metros en la desembocadura del Xúquer donde se ubican las infraestructuras y devolver la arena a las playas de Cullera y Tavernes de la Valldigna‘.
El material extraído se ha planificado para un doble uso. Se aprovechará el 70 % de los sedimentos restantes para reforzar las playas sumergidas de Brosquil Sur y la Goleta, en los términos municipales de Cullera y Tavernes, y para una zona submarina situada a unos cinco kilómetros al sur de la bocana, entre tres y seis metros de profundidad. Con esta redistribución se ha buscado estabilizar el perfil sumergido y favorecer la recuperación de arena en los tramos más castigados por los temporales.
Competencias y permisos pendientes
Martínez Mus ha subrayado que ‘es necesario recordar que estos trabajos los debería llevar a cabo el Gobierno de España, ya que nuestra competencia son los puertos y regenerar la costa es competencia suya‘.
La Generalitat ha señalado que está a la espera de la respuesta de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) sobre el dragado de las zonas de su ámbito. ‘Estamos a la espera de que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) nos confirme si también van a dragar aquellas zonas de su competencia. Y si no lo hacen que, como mínimo, nos autoricen a hacerlo. Ya que el entorno de Cullera está en la desembocadura del Xúquer y hay que actuar en el conjunto’. En este sentido, se ha remarcado que, más allá del entorno portuario, tanto el dragado del Xúquer como la regeneración de las playas corresponden al Gobierno, por lo que, si no se ejecutan, se reclamará autorización para una nueva tanda de aportes en la primera línea de costa.
drCon este plan, la administración autonómica ha encauzado la recuperación del calado y la protección del litoral inmediato, devolviendo a las playas cercanas parte de la arena desplazada por las riadas y reduciendo el impacto de futuros episodios de fuerte oleaje.
