La alcaldesa de València ha manifestado que su equipo trabajará con todos los partidos para intentar rescatar un acuerdo sobre la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) tras el rechazo en el último pleno, condicionado por el voto en contra de Vox.
Ha insistido en que el objetivo sigue vivo y en que se mantendrá la negociación hasta el final: ‘Hasta el último día, hasta el último minuto, vamos a pelearlo porque supone una inversión importante para la ciudad de València‘. Al mismo tiempo, ha marcado una línea roja: ‘no vamos a aceptar chantajes‘.
Respecto a los tiempos, ha señalado que la ordenanza debe quedar aprobada antes del 1 de enero y que el avance del expediente ‘depende del proceso de publicación‘. Si hubiera acuerdo, ha explicado que se convocaría un pleno para la votación definitiva, que podría ser extraordinario por la premura de los plazos.
Ultimátum sin chantajes
La primera edil ha considerado que el cambio de criterio de Vox en la última sesión obedeció a una decisión de la dirección nacional del partido, pero ha reiterado su disposición a pactar ‘con todos los partidos‘ para desbloquear el texto. Ha lamentado que hasta ahora ‘solo el Partido Popular‘ haya mostrado responsabilidad y ha advertido de las consecuencias de no llegar a tiempo: ‘nos pueden exigir la devolución de parte de esos fondos europeos‘. En esa línea, ha subrayado: ‘Solo el PP votó a favor del texto de la ordenanza y solo el PP ha asumido con responsabilidad el cumplimiento de la legalidad‘.
ZBE vinculada a la financiación y a la normativa vigente
Catalá ha remarcado que la ZBE es una condición vinculada a financiación y a normativa vigente, por lo que no sacarla adelante podría acarrear la pérdida de recursos ya comprometidos para movilidad y sostenibilidad urbana. De ahí que haya recalcado que el acuerdo no puede supeditarse a exigencias ajenas al contenido de la ordenanza.
Bulevar García Lorca
Preguntada por la propuesta del PSPV de impedir el paso de coches por el futuro bulevar García Lorca como condición para apoyar la ZBE, la alcaldesa ha rechazado mezclar debates: a su juicio, ‘mezclar zonas de bajas emisiones con otros proyectos urbanos totalmente diferentes‘ desdibuja el objetivo de la ordenanza.
Y ha precisado el alcance de una ZBE: ‘La Zona de Bajas Emisiones aquí, en Barcelona, en Madrid, es una ordenanza que se trabaja sobre todo el territorio de la ciudad, estableciendo unas etiquetas, estableciendo unos vehículos, estableciendo unas limitaciones y un cronograma‘.
Como cierre, ha reiterado su postura: ‘no vamos a aceptar chantajes, y ellos que asuman su responsabilidad‘. Y ha defendido su gestión en este proceso: ‘Yo desde luego como alcaldesa he cumplido con mi responsabilidad y mi partido también’.






