La Unió Llauradora i Ramadera ha convocado una manifestación-tractorada este jueves 18 de diciembre por las calles de València para denunciar la inacción de las administraciones ante la entrada de plagas y enfermedades importadas que afectan al campo valenciano. La protesta comenzará a las 11 horas en el Palau de la Generalitat Valenciana, en la Plaça de Manises, y finalizará ante la Delegación del Gobierno, en la Plaça del Temple.
Bajo el lema “Comisión Europea, Gobierno de España y Generalitat ahogan al campo valenciano”, la organización agraria pretende visibilizar lo que considera una falta de medidas preventivas eficaces para proteger un sector estratégico para la economía valenciana y altamente orientado a la exportación.
Según ha señalado el secretario general de La Unió, Carles Peris, “la protección del campo valenciano, estratégico para la economía y altamente orientado a la exportación, depende de medidas preventivas eficaces. La omisión o retraso en la priorización de las plagas puede derivar en restricciones fitosanitarias que afecten tanto al comercio intraeuropeo como a la exportación de fruta fresca, con consecuencias económicas significativas para nuestros productores y las Administraciones por el alto coste para controlarlas o erradicarlas”.
Detección de un nuevo cotonet
La convocatoria de la protesta coincide con la reciente detección en la Comunitat Valenciana de un nuevo cotonet, Phenacoccus solenopsis, una plaga importada que afecta principalmente a cultivos hortícolas como pimiento, tomate y berenjena, así como a plantas ornamentales. Las primeras detecciones se han localizado en la provincia de Alicante, concretamente en un limonero en Elche y en una lantana ornamental en Crevillent, hechos que ya han sido comunicados por la Conselleria de Agricultura al Ministerio de Agricultura.
Este nuevo cotonet, originario de Norteamérica, se ha extendido a todos los continentes y en Europa ya se ha detectado en países como Italia, Francia, Grecia, Chipre y en las Islas Canarias. Su aparición en la Comunitat Valenciana supone la primera detección oficial en la península. Se trata de una cochinilla harinosa polífaga que se alimenta de unas 300 especies vegetales, se instala en los brotes nuevos y excreta melaza, favoreciendo la presencia de hormigas y el desarrollo de hongos como la negrilla. Las grandes poblaciones pueden provocar la muerte regresiva de las plantas y una reducción significativa de la producción.
Aunque la Comisión Europea, tras una evaluación de riesgos, ha decidido no incluirla en la lista de plagas de cuarentena del Reglamento de Ejecución 2019/2072, desde LA UNIÓ advierten del riesgo que supone la acumulación de nuevas plagas en el territorio. En este sentido, Carles Peris ha afirmado que “en principio no parece una plaga demasiado preocupante ni de alto riesgo, pero es una más importada a nuestro territorio dentro de este espiral de suma y sigue a lo largo de los últimos años”.
El responsable agrario ha insistido en la necesidad de reforzar los controles fitosanitarios en frontera y en origen: “hay que reforzar el control en frontera y en origen antes de permitir la salida de contingentes de importación o el traslado de material vegetal, porque está más que demostrado que a más comercio global más plaga global y así no podemos continuar”.
