Un agente de la Policía Nacional rescató a varias personas que se encontraban atrapadas durante la riada bajo del puente de la CV-33, poniéndolas a salvo para no ser arrastradas por la corriente.
Entre los rescatados, se encontraban una niña, a la que tenían que realizarle una intervención médica al día siguiente. Junto con la familia, se encontraba un policía local, que también fue rescatado por el agente y posteriormente entre los dos y con la colaboración ciudadana, consiguieron salvar a otras siete personas que se encontraban bajo el puente agarradas a una barrera de hormigón.
Durante la madrugada y al bajar el nivel del agua, una patrulla de la Guardia Civil, consiguió acceder al puente trasladando a la menor al centro hospitalario, llegando a tiempo para la cirugía.
Los hechos se produjeron el martes día 29 de octubre sobre las diez de la noche, cuando el agente, que se encontraba de camino a su puesto de trabajo entre el Polígono de Albal y Catarroja, comenzó a percatarse que estaba entrando agua en su vehículo, observando entonces el carril contrario totalmente inundado, abandonando en ese instante el coche y refugiándose en un puente cercano.
Es allí donde escuchó unos gritos de auxilio, que venían de la parte de debajo del puente, donde se encontraba el policía local tratando de mantener en el techo de su vehículo particular a dos padres junto a su hija.
Rescate con nudos de seguridad
Por ello y ante tal situación extrema, el agente de Policía Nacional llevó a cabo un plan de evacuación y rescate, mediante nudos de seguridad y cinchas facilitadas por los transportistas y camioneros que se encontraban en el puente.
Una vez llevó a cabo el descenso, realizó un pasamanos y, con la ayuda de las personas que se encontraban arriba del puente, consiguió poner a salvo tanto a la familia como al policía local.
Es entonces cuando encontrándose en zona segura, el policía local comunicó la situación y la ubicación dada la necesidad de evacuar a la niña al hospital, pues iba a ser intervenida al día siguiente, mientras el agente de Policía Nacional intentaba conseguir mantas y refugio para que entraran en calor y la pequeña se tranquilizase.
Además ambos agentes, consiguieron rescatar a siete personas más, que se encontraban agarradas a unas barreras de hormigón de la autovía, para evitar ser arrastradas por la corriente del agua, ya que en ese momento el único lugar seguro era ascender a zona elevada.
Durante los rescates evitaron ser golpeados por las estructuras y objetos propulsados por la fuerte corriente, gracias a que los ciudadanos, desde lo alto del puente, les iban iluminando con sus linternas, avisándoles de los objetos que se aproximaban hacia ellos por el agua y el lodo.
Una vez bajó el nivel del agua sobre las cinco de la madrugada, una patrulla de la Guardia Civil consiguió acceder al puente de la CV-33 trasladando a la niña al hospital para poder ser intervenida.
Transcurridas 24 horas desde estos hechos, los agentes contactaron telefónicamente para informarse sobre el estado de la menor, pudiendo saber que la intervención pudo realizarse con normalidad, de forma óptima y que la familia, dentro de la situación, se encontraba bien.
Gracias al trabajo en equipo y a la gran labor de los agentes, el primero perteneciente a la Comisaría de Policía Nacional del Distrito de Trànsits y el segundo destinado en la 1ª Comisaría de Proximidad de Policía Local de Valencia, consiguieron salvar la vida de diez personas.