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lunes, 29 abril 2024

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Los agricultores tildan de ‘polvorín’ la acumulación de restos de poda que implica la suspensión de quemas agrícolas

La Consellera de justicia se ha visto obligada a matizar que habrá excepcionalidades en la orden de suspender los permisos argumentando que las medidas de realizar estas restricciones no son nuevas y siempre se contemplan casos para los que se levantan

La consellera de justicia se ha visto obligada este martes a matizar que la resolución publicada hoy que habla de la suspensión de quemas agrícolas “es flexible”. Así, tras la oleada de protestas de los agricultores que han criticado la medida, argumentando entre otras cosas que puede resultar un peligro, calificando de “polvorín” la acumulación de esos restos, la titular autonómica ha tenido que aclarar que habrá excepciones.

Por un lado, ha explicado que administrativamente solo se requerirá cursar la petición para esa excepcionalidad si se cumplen los requisitos que la justifiquen y por otro ha argumentado que la medida de suspender las autorizaciones cuando las condiciones climatológicas y el riego de incendio así lo recomiendan, “no es nueva”. De hecho ha recordado todos los periodos en los que con anterioridad sus predecesores en el gobierno del Botànic lo habían hecho.

Toda una serie de aclaraciones en las que los sectores agrícolas también hablan de “falta de claridad” en la redacción de la norma, que han acaparado gran parte de las preguntas de la prensa en la comparecencia de este martes, donde la consellera también ha informado de la situación actual del incendio de Tárbena.

Una prohibición “contraproducente”

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) ha calificado de “contraproducente” la decisión de la Generalitat de prohibir “con carácter general y sin matices” las quemas agrícolas hasta el 16 de octubre.

Según ha advertido el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, “dejar los restos de poda secándose durante seis meses es un polvorín y esta medida, tal como está redactada, puede resultar peor que la enfermedad al generar más incendios en el medio rural de los que se quieren prevenir”.

La organización agraria ha señalado en un comunicado que el aspecto de la resolución publicada en el DOGV que “más malestar y confusión” ha ocasionado en el sector agrario es que la prohibición de quemas “no diferencia entre los campos que están a menos de 500 metros de masa forestal de los otros, donde lógicamente no existe el mismo riesgo de incendio”.

Asimismo, ha criticado que tampoco introduce medidas preventivas o correctoras (como la obligación de contar con el permiso del ayuntamiento, disponer de un tanque de agua, entre otros) “que permita quemas particulares con la máxima seguridad posible”.

En esta línea, ha subrayado que el sector agrario “se encuentra en estos momentos del año en plena época de poda de los cultivos leñosos, así como de arranque de árboles para transformación de las explotaciones”. “Estas labores, que tienen que hacerse ahora en consonancia con el ciclo natural de las plantaciones, van a dejar en el suelo multitud de restos vegetales que representan un reservorio de plagas y enfermedades y una cantidad excesiva de biomasa con potencial riesgo de incendio”, ha advertido la organización.

Por ello, AVA-Asaja solicita al gobierno valenciano que contemple la posibilidad legal de autorizar quemas agrícolas “con condiciones de seguridad y en aquellos momentos puntuales en los que la situación climática cambie y exista menos riesgo”.

En todo caso, la asociación pide un “plan serio” para subvencionar trituradoras a nivel particular o colectivo ya que “una gran parte del sector agrario valenciano ya tritura los restos de poda, pero hay agricultores que solo pueden recurrir a la quema, sobre todo en aquellas parcelas con difícil acceso de la maquinaria, ya sea por el marco de plantación como por la orografía”.

Sobre el último incendio en Tàrbena (Alicante), que se originó en campos “abandonados”, Aguado ha subrayado que llevan “muchos años advirtiendo a la clase política y a la sociedad en su conjunto que la mejor prevención de incendios es mantener los campos cultivados, que son el bosque verde que no se quema”.

“Mientras que las parcelas abandonadas aceleran la velocidad de las llamas, las cultivadas frenan el avance del fuego y sirven de zona de seguridad a los bomberos. Si hemos llegado a esta situación tan preocupante, es por la falta de políticas para garantizar una rentabilidad digna en la agricultura”, ha reprochado.

Asimismo, AVA-Asaja insta a las distintas administraciones a mejorar la limpieza de los barrancos y los espacios forestales de propiedad pública, ya que la biomasa acumulada en ellos “contribuye a aumentar el número y la gravedad de los incendios”.

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