Si las innumerables detenciones por saqueos y pillajes, en medio del desastre de la DANA, no fueran suficientes para calificar el grado de mezquindad de algunas personas, el esperpento o la estupidez se multiplica en casos como el de la pintoresca situación que explica la Guardia Civil, en una informe de una de las detenciones recientes.
El texto describe cómo, miembros de servicio de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, en el P.K. 11,500 de la V-31 (A-7– Valencia), identificaron una furgoneta ocupada por tres hombres.
La sospecha apareció cuando los ocupantes, comunicaron a los agentes que venían de ayudar a un amigo en labores de limpieza, sin que estuvieran manchados de barro y que dentro del vehículo solamente portaban un pico y una maza de grandes dimensiones, levantó las sospechas de los guardias civiles.
Al requerir los agentes su identificación, los ocupantes del vehículo aportaron una filiación falsa. Una vez comprobada la verdadera identidad de los mismos en la base de datos del Cuerpo, comprobaron que el conductor carecía de permiso de conducir y que tanto él, como otro de los usuarios poseían una requisitoria en vigor de búsqueda, detención y personación, por lo que fueron detenidos.
“Minutos más tarde, se personó un vehículo ocupado por un hombre y una mujer, manifestando que eran familiares de uno de los detenidos y que se iban a hacer cargo de la furgoneta, al ser identificados por los agentes pudieron comprobar que a él también le constaba una requisitoria de búsqueda, detención y personación, procediendo también a su detención”, sigue explicando el informe.
Los tres detenidos fueron trasladados a dependencias policiales para la instrucción de diligencias que serán entregadas en el Juzgado de Guardia de Valencia.