Las bajas temperaturas registradas en las dos últimas noches, incluso por debajo de los cero grados en algunos puntos del interior de la provincia de Valencia, han causado las primeras heladas en la uva.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) prevé daños localizados en viñedos de la comarca Utiel-Requena tanto por el frío (ya se pueden observar los efectos negativos sobre los brotes y las hojas) como por la marchitez fisiológica que amenaza con producirse en la variedad mayoritaria Bobal cuando vuelva el calor y afecte a la producción.
El asociado de Requena, Fernando López, que es uno de los viticultores afectados, informa de que “la uva se encuentra en estos momentos en una fase del cultivo especialmente sensible al frío, porque los brotes recién salidos están muy tiernos”. La organización agraria informa de que estos riesgos climáticos están cubiertos por el seguro de la uva, por lo que solicita a Agroseguro las peritaciones correspondientes para pagar las indemnizaciones.
Tras sufrir estas primeras heladas, AVA-ASAJA insiste en pedir a la Conselleria de Agricultura medidas de apoyo urgentes a los viticultores. El responsable de la sectorial del vino, José Luis Robredo, afirma que “si no teníamos bastantes problemas con la falta de demanda de vinos tintos, la crisis de precios en origen, la merma de cosecha a causa de la sequía, la subida de los costes de producción, los ataques de fauna salvaje y la desatención por parte de las administraciones, ahora nos llega un temporal de frío en plena primavera que pone en peligro la próxima vendimia. La Conselleria nos ha dado buenas palabras, pero la aprobación de la cosecha en verde y el planteamiento de la destilación de crisis nos parece insuficiente. Necesitamos urgentemente ayudas directas y al abandono definitivo de viñedos para poder subsistir”.
Valoración de la PAC
Respecto a los cambios votados hoy en el Parlamento Europeo sobre la Política Agrícola Común (PAC), AVA-ASAJA subraya que “la mayoría de las modificaciones están dirigidas a los cultivos continentales y, por tanto, van a tener escaso impacto en la agricultura mediterránea. La novedad legislativa que más nos beneficia es que las explotaciones menores de 10 hectáreas van a estar exentas de condicionalidad. En este sentido, la medida que realmente necesitamos es que el Ministerio apruebe (tal como planteó en febrero ante ASAJA, COAG y UPA) un régimen simplificado para pequeños agricultores, aquellos que perciben menos de 5.000 euros de ayudas directas al año, porque ello permitiría eliminar la burocracia a la gran mayoría de nuestras explotaciones”.
Asimismo, AVA-ASAJA reclama al Gobierno español que recabe apoyos en la Unión Europea para afrontar los grandes problemas de la agricultura valenciana: el reequilibrio de la cadena de valor a fin de evitar abusos comerciales y garantizar un precio digno a los productores; la revisión de los acuerdos comerciales con países terceros, de manera que las importaciones tan sólo complementen la producción europea (no la sustituyan) y cumplan las mismas exigencias agroambientales; la disponibilidad de soluciones eficaces contra las plagas y enfermedades, etc.
Por ello, las organizaciones agrarias van a seguir con su calendario unitario de movilizaciones, tanto sectoriales como generales, en las tres provincias de la Comunitat Valenciana.