El Consorcio Provincial de Bomberos ha dado por extinguido este jueves el incendio declarado el pasado 15 de abril en la planta de reciclaje de San Antonio de Requena (Valencia), que llevó a pedir a la población reducir la actividad al aire libre y fomentar la de interiores así como utilizar protección para los trabajos en ele xterior ante el humo generado por el fuego.
Ante la extinción del incendio, el Centro de Coordinación de Emergencias ha finalizado la situación 1 del Plan Especial de Incendios Forestales, según ha informado el 112 GVA.
La Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio anunció el pasado martes la apertura de otros dos expedientes a la empresa gestora de la planta, uno de los cuales ya se ha empezado a tramitar, y el otro por incumplir la ley de Responsabilidad Medioambiental, con el propósito de “depurar al máximo las responsabilidades” y determinar si cumplía con toda la normativa.
El departamento dirigido por Salomé Pradas ya avanzó la suspensión de manera cautelar de la Autorización Ambiental Integrada a la instalación, la imposición de medidas a la empresa gestora en relación con la retirada de los restos y estudiaba nuevas actuaciones que pueden derivar en el cierre definitivo de la planta.
Esta investigación, que finalizará una vez se recojan las últimas pruebas tras la extinción del incendio, se complementará con otros dos expedientes por parte de la Dirección General de Calidad y Educación Ambiental.
El primero de ellos será un nuevo expediente sancionador que se ha comenzado a tramitar. En el mismo se han incorporado los antecedentes de la empresa y se ha procedido a la apertura de la fase de actuaciones previas para recopilar todos los datos de la propia Conselleria de Medio Ambiente, así como de otros departamentos implicados.
Este proceso finalizará una vez se pueda incorporar toda la documentación relativa al incendio una vez esté extinguido, situación que se ha producido este jueves. En caso de que la empresa no lleve a cabo el trabajo de retirada de restos, la Generalitat lo llevaría a cabo en ejecución subsidiaria.
La Dirección General de Calidad y Educación Ambiental, una vez confirmado que el incendio no se iba a sofocar “de forma rápida”, instaló una unidad móvil para hacer un análisis continuo de la calidad del aire. Las muestras siempre han confirmado que no ha habido un peligro para la población, según informó la Conselleria.
De forma paralela, se establecieron pautas de comportamiento para los colectivos más vulnerables, se solicitó la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y se colaboró con las tareas de extinción con medidas como el suministro de 3.000 toneladas de tierra.
El incendio se inició en la planta de reciclaje el pasado 15 de abril y hasta este jueves ha permanecido activo. Desde entonces, los trabajos de extinción han tenido dos fases diferenciadas: durante la primera, que se alargó hasta cinco días, los efectivos del Consorcio hicieron frente al incendio con los medios habituales, para pasar a una segunda fase en la que se hizo necesario el trabajo y la entrada en la planta de maquinaria pesada.
