La Fundación 1º de Mayo-ISTAS, a través del proyecto Caloradapt, ha reflejado que cuatro de cada diez personas trabajadoras se ven afectadas por el cambio climático y el calor en España. Así lo sostienen los datos obtenidos a partir de la primera encuesta realizada en el Estado sobre el impacto del calor en el entorno laboral, que ha revelado que el estrés térmico es un «muy molesto» para el 40% de los trabajadores durante los meses de verano.
Las principales conclusiones del proyecto Caloradapt se han presentado este martes en València en una jornada que ha contado con la participación de la directora del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), Aitana Garí Pérez; del coordinador técnico del proyecto, Sergio Salas; el director de la Fundación 1º de Mayo, Vicente López, y la secretaria de Salud Laboral de CCOO PV, Núria Lázaro.
Asimismo, el estudio también evidencia que solo un 27% de las personas trabajadoras percibe que su empleador proporciona medidas adecuadas para protegerse del calor. Además, más de un tercio de los trabajadores señala que sus empresas no tienen un plan de acción contra el calor y que, en aquellas que cuentan con un plan, este sería «insuficiente o inadecuado» para las condiciones ambientales que enfrentan en la actualidad.
Desde la Fundación sostienen que este problema afecta además de manera «desproporcionada» a quienes trabajan en ocupaciones manuales. Así, un 50% de los trabajadores manuales considera el calor «muy molesto», frente a un 17% de los trabajadores no manuales.
«Estos trabajadores y trabajadoras no solo están más expuestas a condiciones ambientales adversas, sino que también presentan una mayor incidencia de síntomas relacionados con el calor, como mareos, deshidratación y fatiga extrema«, han señalado.
En declaraciones a los medios, la directora del INSST ha asegurado que los datos que las agencias meteorológicas están aportando en los últimos años son «muy inquietantes» e «insólitos» y evidencian un «calentamiento tanto en la superficie como en los océanos y especialmente en Europa» que «trae problemas no solo en los momentos de calor extremo, sino también momentos como los que vivisteis aquí en Valencia con la dana, que es como otra consecuencia del cambio climático».
«Déficit importante de prevención real»
Por ello, ha incidido en que es «urgente» adoptar medidas en los trabajos para intentar mitigar los efectos del cambio climático y que los entornos laborales se organicen en torno a esta nueva realidad.
En este sentido, Garí ha puesto como ejemplo la organización de las jornadas de manera que «no haya exposición a calor extremo cuando están los picos de máximo calor durante el día» o «ir adaptando las jornadas», lo cual, según ha indicado, es una medida que «realmente no es muy costosa, o es gratuita, y que sería muy efectiva en los entornos de trabajo».
Asimismo, ha destacado otra de las cuestiones que más preocupa en cuanto a entornos laborales más expuestos a las altas temperaturas son las de aquellos que, no precisamente se encuentran a la intemperie, pero que durante la jornada concentra temperaturas muy altas y no se cumple con la normativa.
Por su parte, el director de la Fundación 1º de Mayo ha insistido en que existe una deriva en los puestos de trabajo hacia la prevención formal, es decir, al hecho de «tener todos los papeles en regla para que la inspección de trabajo no te ponga multa» lo que supone «un déficit importante de prevención real, de realmente evaluar las situaciones de riesgo como tienden a evaluarse».
«Este déficit al final se traslada en condiciones de trabajo muy precarias y ya no solo en muerte, que también, sino en aumento de enfermedades a largo plazo, en un aumento de temperatura o trabajar con una temperatura elevada durante mucho tiempo», ha subrayado.
En esta línea, la secretaria de Salud Laboral de CCOO PV ha hecho hincapié en que la prevención tiene que ser «la solución para evitar males mayores» ya que la calor «aumenta en un 9%» la siniestralidad en los trabajos expuesto a altas temperaturas con respecto a las personas trabajadoras que no sufren esa exposición de calor continuo.
Aplicación de protocolos para reducir siniestralidad
«Si aplicamos protocolos, hacemos unas buenas evaluaciones de riesgos contando con la representación legal de las personas trabajadoras, y somos capaces de adaptar las condiciones de trabajo a las personas y a cada situación de las mismas, conseguiremos de alguna manera reducir la siniestralidad y sobre todo conseguir espacios de trabajo libres de riesgos», ha aseverado.
Dentro del proyecto se ha publicado también un Documento de Propuestas de Intervención sobre Gestión Preventiva del Calor en las Empresas que incluye orientaciones prácticas para que las empresas puedan adaptarse adecuadamente a los efectos del calor extremo, garantizando la protección de la salud laboral de las personas trabajadoras durante estos episodios.
Así, el Documento de Propuestas de Intervención recomienda que la evaluación del riesgo por estrés térmico se realice durante la parte más calurosa de cada turno de trabajo y en los meses más calurosos del año. Esta evaluación debe tener además en cuenta la vulnerabilidad de las personas trabajadoras que requieran una especial atención adaptando los puestos de trabajo a sus necesidades.
Además, está prevista la publicación de una Guía Práctica para Adaptar el Lugar de Trabajo al Estrés Térmico, que ofrece una serie de herramientas preventivas contra el calor para trabajadores y trabajadoras, las personas delegadas de personal y técnicas de prevención interesados en reducir el riesgo de estrés térmico en todo tipo de empresas.
Estas herramientas están pensadas para usarse en la evaluación de riesgos, en la adaptación de los puestos de trabajo, en la preparación de un protocolo de actuación participativo y en el caso de desacuerdo con la dirección de la empresa sobre cómo intervenir en la adaptación contra este riesgo.
El proyecto Caloradapt tiene como objetivo la promoción y mejora de la adaptación de las actividades productivas y de servicios frente a olas de calor y las altas temperaturas a través de la participación de las personas trabajadoras, con el fin de proteger la salud, la seguridad y la productividad laboral.
Cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Convocatoria de subvenciones para la realización de proyectos que contribuyan a implementar el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030.