Las obras de rehabilitación de la Casa del Relojero, edificio emblemático junto al Micalet y la entrada de la Catedral, y la construcción del nuevo edificio en la misma parcela avanzan a buen ritmo y ya se han podido ver los primeros resultados de la fachada tras retirarse los andamios. Este espacio ha presentado durante décadas un estado de abandono y degradación en pleno centro histórico de la capital del Turia.
Durante las obras, se ha dejado al descubierto un arco de finales del siglo XVIII que se construyó con la intención de conectar la Casa del Relojero con el edificio vecino. El objetivo era facilitar el trabajo del relojero a través de un pasadizo que cruzaría la calle Micalet y conectaría con la catedral, similar al que existe en la calle Barxilla, entre el Arzobispado y la Seu. Estaba previsto trasladar el reloj ubicado en el lateral de la catedral junto a la estructura del Miguelete a este puente. Ahora bien, la unión entre ambos edificios nunca se llegó a realizar por la oposición de los vecinos del inmueble colindante afectado, por lo que este hueco quedó oculto hasta ahora.
También se ha restaurado un escudo de piedra de la ciudad de València de la fachada principal de la Casa del Relojero, en posición central en la primera planta. En el escudo, reconocido Bien de Interés Cultural (BIC), perduran restos de la policromía original. Además, se han encontrado los rótulos originales de la primera tienda que abrió sus puertas en la planta baja del edificio, que ahora se encuentran a cargo del Servicio de Arqueología para su conservación.
Esta infraestructura aparece en el libro ‘Els murs dels Valls’, que data del siglo XVII, por lo que se sitúa su origen en aquella época. Su tipología es de casa vecinal, con un estilo clásico que corresponde al tipo de edificios concebido como unidad plurifamiliar y destinado a la clase burguesa. En ella vivían los relojeros encargados del funcionamiento del reloj anexionado a la torre del campanario del Miguelete, hoy en día desaparecido.
Un nuevo centro sociocultural
Por ello, la vicealcaldesa y candidata socialista a la Alcaldía de València, Sandra Gómez, ha propuesto convertir este edificio en un nuevo centro sociocultural, una vez esté habilitado el interior del edificio de nueva planta que delimitada por las calles Brodadors, Cobertís dels Brodadors, subida del Toledà y Micalet. “Con esta intervención colmatamos uno de los espacios con mayor valor patrimonial del centro histórico de Valencia” ha asegurado.
En este sentido ha recordado que “después de más de dos décadas de abandono y degradación de un edificio histórico, justo al lado de la Catedral de València y en una de las calles más transitadas y queridas por su valor ya podemos empezar a ver el nuevo edificio que se erigirá donde durante años el PP dejó un solar”.
“Ese es uno de los legados que nos dejaron más de 20 años del PP que abandonó el patrimonio histórico, pero ya hemos pasado página a ese pasado”, ha afirmado Gómez quien ha puesto en valor que el nuevo edificio “acabará con el solar y completará el histórico edificio del relojero que estuvo a punto de derrumbarse por culpa de la desidia del PP”.
Con este proyecto la candidata socialista asegura que “València avanza hacia el futuro de la mano de los socialistas, recuperando el patrimonio de nuestro centro histórico y, por tanto, de nuestra identidad”. “Hemos transformado la Plaza de la Reina, la del Mercado Central, La Lonja y Los Santos Juanes, además de la Plaza de Brujas que estaba agujereada por un aparcamiento inservible que también está en funcionamiento”, ha reivindicado.
