Representantes de la comunidad educativa del CEIP San Juan de Ribera de València han llevado a cabo una protesta este viernes para reclamar zonas de sombra en el patio que permitan que el alumnado de 3 a 12 años pueda llevar a cabo actividades de gimnasia o recreo los meses de primavera y verano “sin tener que padecer insoportables altas temperaturas”.
Según explica la asociación de madres y padres de alumnos (AMPA) de este centro –ubicado en la calle Cirilo Amorós de a capital– desde que en 2014 se abrieron sus instalaciones, tanto la dirección como las familias “pelean por disponer en el patio de zonas de sombra”.
En este sentido, explican que el colegio se construyó en un edificio entre medianeras y, por su “particular” localización, “solo cuenta con un patio de reducidas dimensiones para todas las edades del alumnado –unos 210 niños y niñas de 3 a 12 años– en la primera planta del interior de manzana, una solera de cemento sobre un aparcamiento en la que no es posible plantar arbolado”.
Además de su uso para el juego, el patio es el aula de la asignatura de Educación Física y el lugar de muchas actividades del centro y del AMPA, puesto que por las reducidas dimensiones del colegio, no dispone de más espacios.
“Por tanto, –inciden desde la asociación– es muy importante para la comunidad educativa que cumpla con las adecuadas condiciones de uso y habitabilidad. El sol a mediodía cae a plomo y el juego del alumnado se reduce a buscar refugio en la poca sombra existente: una pérgola colocada en la zona de infantil, totalmente insuficiente”.
La solución dada en otra zona del patio es una lona provisional que “cada poco tiempo se desgasta” y su reemplazo es siempre “una odisea burocrática entre la competencia de mantenimiento de las escuelas del Ayuntamiento de València y la de infraestructuras educativas de la Conselleria de Educación”.
Por ello, esta viernes a las nueve de la mañana la comunidad educativa del CEIP San Juan de Ribera ha protagonizado una protesta en la entrada del centro para reivindicar “la urgente necesidad de implantar medidas definitivas de sombra, toldos u otras soluciones que permitan el uso del patio escolar sin peligro por las altas temperaturas”.
Sombreros, flotadores y gafas de sol
Madres, padres, abuelos, abuelas y niños y niñas han acudido a la movilización con accesorios de playa y piscina como sombreros, flotadores, toallas y gafas de sol y de buceo, con la finalidad de representar el calor que sufren en el recreo.
“El calor se adelanta en el calendario cada año más y dura más tiempo. Las administraciones públicas deben tomarse muy en serio convertir los patios escolares en refugios climáticos”, defiende el AMPA, que advierte que, de no atenderse sus reivindicaciones, la comunidad educativa “se planteará nuevas acciones”.
