Los consejeros de Sanidad de comunidades gobernadas por el PP han abandonado el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) en señal de protesta. Han justificado el plantón por la petición de datos sobre los programas de cribado de cáncer y por lo que califican de imposiciones del Ministerio y vulneración del reglamento del órgano.
En un comunicado conjunto, los consejeros han denunciado que el Consejo “se ha transformado en un instrumento de imposición y confrontación, donde el Ministerio actúa de forma unilateral, ignorando las aportaciones de las comunidades y vulnerando el reglamento que regula su funcionamiento”. Han reivindicado que el CISNS nació para el consenso y la cohesión del sistema, y que su papel debe ser de coordinación, no de confrontación.
El vicepresidente del Pleno y consejero de Sanidad de Castilla y León, Alejandro Vázquez, ha defendido la salida como respuesta a una dinámica que, a su juicio, acumula meses de desprecio, ninguneo y utilización partidista del Consejo. Ha afirmado que lo ocurrido en los días previos y en el propio pleno ha sido “la gota que colma el vaso” y ha acusado al Ministerio de intentar manipular un órgano llamado a buscar acuerdos.
Choque por los datos de cribados
Según Vázquez, el Ministerio sabía que las comunidades no podían entregar aún los datos solicitados porque no estaban definidos los indicadores comunes ni se había facilitado el aplicativo informático prometido. Han insistido en que “nunca se han ocultado datos” y en que, sin criterios homogéneos, cualquier recopilación puede inducir comparaciones incorrectas y generar polémicas estériles en un ámbito sensible como la prevención del cáncer.
El consejero castellanoleonés ha pedido un cambio de método y acuerdos previos de trabajo antes de llevar asuntos al Pleno. “Esperamos que recapaciten porque hay mucho trabajo que hacer, pero debe hacerse con diálogo y no imponerlo de forma unilateral. Si de verdad les preocupa la salud de los ciudadanos, deben cambiar la forma de gestionar este órgano”, ha subrayado.
En la misma línea, el consejero de Sanidad de Aragón, José Luis Bancalero, ha sostenido que el plantón ha dejado patente el malestar de las comunidades ante la actitud de la ministra. Ha acusado al Gobierno de utilizar Sanidad de forma partidista y ha criticado que no se hayan atendido propuestas que, a su entender, podrían aliviar problemas como la falta de especialistas.
Bancalero ha añadido que el Ministerio sí dispone de datos que las comunidades siguen aportando en distintos informes, por lo que ha negado que exista un problema de transparencia. Ha calificado de indebido poner en duda programas de cribado que, ha dicho, salvan vidas, y ha instado a evitar que los debates técnicos se conviertan en disputas políticas.
Ambos consejeros han coincidido en reclamar un cambio en la gestión del Consejo Interterritorial y en defender que los gobiernos autonómicos del PP han trabajado por la mejora del Sistema Nacional de Salud. Han advertido de que no aceptarán más desprecio ni la utilización partidista de un órgano que, subrayan, debe servir para cooperar y no para dividir.
La ministra acusa a los consejeros de bloquear acuerdos sanitarios
La ministra de Sanidad ha reprochado a los consejeros del PP su opacidad con los datos de los cribados de cáncer y su plantón en el Consejo Interterritorial, un gesto que, según ha subrayado, ha impedido dar luz verde al reparto de 2 millones de euros para reforzar la vigilancia del cáncer y los centros dedicados a esta enfermedad. La protesta se ha producido a los pocos minutos de comenzar la reunión, lo que ha dejado sin votar varios puntos del orden del día.
Según ha explicado en sus redes, las comunidades del PP se han levantado de la mesa y con ello han frenado decisiones técnicas previstas. “Mientras mantienen la opacidad con los datos de los cribados, bloquean otros recursos que salvan vidas”, ha afirmado. También ha calificado la actitud de irresponsabilidad y deslealtad con la ciudadanía y la sanidad pública, y ha ironizado con que “a la cena oficial no faltaron”.
La ministra ha reiterado su petición a todas las comunidades de remitir los datos de los programas de cribado de mama, colon y cérvix, una solicitud reactivada tras la crisis de las mamografías en Andalucía, que ha motivado el plantón. Estos programas dependen de la participación y del seguimiento homogéneo entre autonomías; sin datos comparables no se puede medir la cobertura, detectar fallos ni corregir retrasos, lo que, de forma directa, afecta al diagnóstico precoz.
El bloqueo ha tenido consecuencias inmediatas: los acuerdos que se iban a votar incluían el reparto de dos millones de euros para fortalecer la vigilancia del cáncer y mejorar la capacidad de los centros dedicados a la enfermedad. Sin esa aprobación, el flujo de recursos ha quedado en suspenso y se han demorado actuaciones previstas para este año, como la mejora de sistemas de información y el refuerzo de equipos, objetivos que se derivan de las líneas ya anunciadas por el Ministerio.
Reclamaciones de diálogo y consecuencias del bloqueo
Por su parte, los consejeros del PP han reiterado su denuncia sobre la falta de diálogo y las actuaciones unilaterales del Ministerio, que, a su juicio, antepone intereses políticos al buen funcionamiento del sistema sanitario. Han subrayado que el Consejo Interterritorial debería ser un espacio de cooperación y no de imposición, y han defendido que las comunidades populares seguirán colaborando en las políticas sanitarias “siempre que se respete la autonomía y se escuche a quienes gestionan directamente los servicios”.
Con las posiciones enconadas, el choque ha evidenciado que la falta de datos y la parálisis de acuerdos técnicos tiene un impacto directo en la coordinación del Sistema Nacional de Salud. A falta de nuevas convocatorias o cesiones por ambas partes, la financiación prevista para reforzar el abordaje del cáncer sigue sin activarse.
