El conseller de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, ha reiterado que el Gobierno de España «no alertó a la Generalitat sobre el desbordamiento del barranco del Poyo».
Además, Barrachina ha acusado a la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, de «haber ocultado durante meses su responsabilidad directa en la descoordinación de las agencias estatales durante la dana del pasado 29 de octubre».
Declaración Bernabé
Así lo ha manifestado Barrachina en un comunicado este miércoles, tras darse a conocer la declaración de Bernabé ante la jueza que investiga la gestión de la dana, en calidad de testigo, en la que aseguró que el 29 de octubre el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, que es con quien más habló y que estaba en contacto con los alcaldes, no le trasladó por la mañana en ningún momento que había riesgo de desbordamiento del río Magro, del que fue conocedora por los medios de comunicación.
Al respecto, Barrachina ha sostenido que Bernabé «no solo mintió por omisión, sino también por cálculo político». «Solo cuando se vio obligada a declarar ante la jueza, reconoció que delegó verbalmente en el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar la tarea de alertar a los alcaldes, sin saber siquiera si esa advertencia se llevó a cabo», ha relatado.
«Ahora sabemos que la Confederación, bajo su responsabilidad política, ni siquiera avisó a la Generalitat del desbordamiento del barranco del Poyo», ha afirmado Barrachina, quien ha agregado que cuando se desbordó el Magro, «Bernabé no recibió ninguna llamada, fue ella quien tuvo que llamar».
«Y cuando el barranco del Poyo alcanzó niveles críticos, a las 13.42, tampoco se emitió ningún aviso», ha reprochado.
Máxima responsable política de todas las estructuras estatales implicadas
El conseller ha afirmado que la delegada del Gobierno en la Comunitat es «la máxima responsable política de todas las estructuras estatales implicadas» y ha advertido que «su intento de eludir responsabilidades supone una falta de respeto hacia los municipios afectados, hacia las víctimas y hacia todos los que ese día sí estuvieron al pie del cañón».
«Es gravísimo que haya sido necesaria una declaración judicial para que Pilar Bernabé diga la verdad. Y la verdad es que, ante la jueza, ha reconocido que la Confederación Hidrográfica del Júcar no avisó ni a la Generalitat ni a los municipios afectados del desbordamiento del barranco del Poyo. Es aún más grave que el Gobierno central admita ahora lo que negó durante meses, después de haber mentido reiteradamente. Pero lo más inaceptable es que, pese a todo, no se haya producido ni una sola dimisión», ha insistido.
Barrachina ha recalcado que desde la Generalitat seguirán «responsabilizando a quienes fallaron, porque hay daños irreparables y una verdad que no puede seguir ocultándose detrás de notas técnicas ni de silencios interesados».