Reducir las consultas que se atienden en Atención Primaria y en pediatría con unos cupos máximos que permitan a cada paciente tener una media de atención de 10 minutos, es una de las previsibles mejoras del acuerdo firmado este lunes entre Sanitat y cinco de los seis sindicatos mayoritarios.
Sin embargo, el propio conseller ya advertía que se trataba de un tiempo “flexible”. Es decir que habría pacientes a los que se les podría atender más de 10 minutos si era necesario y otros para los que con cinco, podía ser suficiente.
Sin embargo, este acuerdo, escenificado políticamente y al que se ha tildado de “histórico”, contempla también muchos interrogantes que parecen claros sobre el papel y escuchando a los representante políticos y sindicales pero que, de momento, hoy, siguen generando excepticismo cuando se acude a cualquier centro de Salud de la Comunitat.
Mientras se confirma esa promesa de las 35 horas semanales de trabajo, la dotación de 2.500 nuevos profesionales frente a los 12.000 que recamaban los profesionales para ofrecer una “atención de calidad”, deja un margen de falta de personal para el que nadie parece tener solución.
Además, el tema de trabajar los sábados alternos o la retribución de las guardias o las soluciones reales cuando se superen los cupos establecidos diariamente y queden personas por recibir atención o cuando vuelvan a darse bajas no cubiertas entre el personal sanitario, parece que siguen quedando en el aire.
De ahí que el único sindicato médico que mantiene aún la convocatoria de huelga, el CESM_CV y que no ha ratificado este acuerdo, cuestione la eficacia real de estas medidas que, para muchos de sus integrantes, “buscan la foto de conciliación en periodo preelectoral”. Además, fuentes médicas vinculadas a este colectivo que sigue reivindicando sus condiciones, alertan de que en las actuales circunstancias, esas medidas en cuanto al tiempo que se debería dedicar a cada paciente, teniendo en cuenta la carga burocrática adicional, -a la que el acuerdo también hace mención-, no podrán llevarse a cabo, de nuevo por falta de personal y sobre todo de gestión y soluciones reales “a problemas que no se debaten en las mesas de negociación por quienes no pisan las consultas”, añaden.
