La Comisión de Salud Pública ha aprobado esta semana ampliar los grupos de edad que podrán recibir tercera dosis de Pfizer o Moderna, a todas las personas con más de 18 años y que empezarán a recibir próximamente los menores de 40.
Además, otra decisión que ha tomado el grupo de expertos en vacunación es reducir el intervalo entre la segunda y la tercera dosis de los seis a los cinco meses.
En el último informe de Sanidad, se ha inyectado la dosis de refuerzo a cerca de 16,5 millones de personas a nuestro país, que pertenecían a los grupos de personas como las de alto riesgo, las residentes en residencias, mayores de 40 años, el refuerzo de Janssen y el personal sanitario y sociosanitario.
En el último informe de farmacovigilancia de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, señala como posibles efectos secundarios más frecuentes la fiebre y dolor en la zona de vacunación, así como alteraciones en el sistema nervioso, muscular y esquelético.
De este modo, a las personas que se inoculen la dosis de Pfizer, especifica que los efectos se pueden manifestar en dolor o inflamación en el punto de la inyección, sensación de cansancio, cefaleas, mialgias o artralgias, fiebre, escalofríos, malestar y náuseas.
Por otro lado, las que reciben una dosis de Moderna pueden sufrir las mismas consecuencias, a las que se añade la astenia, diarrea y erupción cutánea.
