Desde el pasado mes de febrero Enric Estrela es el nuevo director de la Institució Alfons el Magnànim. Doctor en Filología, escritor y gestor cultural -como él mismo señala: “mi dedicación profesional es la gestión cultural en el ámbito público”- está al frente de esta institución, en la cual desarrolla su carrera desde 2018 como subdirector.
Algunos de los objetivos de esta institución con casi 80 años de historia pasa por “fomentar y divulgar contenidos de interés social y cultural, y aportar materiales para visibilizar nuestra historia y dignificar nuestra cultura y nuestra literatura y sus protagonistas”. Ante esta perspectiva, Estrela tiene claro que “el mayor desafío que me encuentre sea conseguir potenciar la voz de autores jóvenes”.
Charlamos con Enric Estrela sobre cómo espera que la institución “continue aportando contenidos rigurosos a un público lector que necesita información sobre su contexto histórico, cultural, y social”. Desde un punto de vista más personal, el máximo responsable de ‘el Magnànim’ no pararía de bailar al ritmo de ‘Don’t stop me now’ de Queen; hacer submarinismo está entre sus sueños por cumplir, tal vez en las barreras de coral de Australia, que es, además, su viaje pendiente.
¿Cómo llega a ser nombrado director de la Institución Alfons el Magnànim?
Con el cambio de corporación, los nuevos responsables necesitaban información de contexto y hubo reuniones de trabajo. A partir de ellas, se valoró mi trayectoria profesional y mi capacidad de gestión. En este sentido, quiero agradecer la confianza que han depositado en mí.
¿Cuáles son sus objetivos, metas y el mayor desafío al que se enfrenta desde la dirección de la institución?
A lo largo de los 76 años de su historia, la razón de ser del Magnànim ha sido, con más o menos recursos y fortuna -dependiendo del contexto-, fomentar y divulgar contenidos de interés social y cultural, y aportar materiales para visibilizar nuestra historia y dignificar nuestra cultura y nuestra literatura y sus protagonistas. Yo me siento heredero de esta tradición, que quisiera mantener aportando elementos para configurar un catálogo riguroso y plural, conectado al presente. Y probablemente, desde esta perspectiva, el mayor desafío que me encuentre sea conseguir potenciar la voz de autores jóvenes.
Y en relación con la sociedad y la cultura valenciana, ¿Cuáles son los principales objetivos de la Institución Alfons el Magnànim?
Continuar aportando contenidos de interés y escritos desde el rigor, partiendo de una visión respetuosa con la pluralidad de perspectivas desde las que se pueden abordar los temas de interés para la sociedad valenciana, y en la medida de lo posible, que estos contenidos fomenten la autoestima del conjunto de lectoras y lectores valencianos.
¿Qué aspectos de la cultura valenciana le gustaría destacar y promover durante su dirección?
A través de los Premios València y València Nova, me gustaría fomentar voces literarias jóvenes, y a través de las obras completas o ediciones, recuperar las voces y los recuerdos de autoras y autores del pasado olvidadas. Otro aspecto que me gustaría poner en valor es el de la figura de los fotógrafos como artistas/documentalistas en el contexto de nuestros pueblos durante la primera mitad del siglo XX.
“ME GUSTARÍA FOMENTAR VOCES LITERARIAS JÓVENES Y RECUPERAR LAS VOCES Y LOS RECUERDOS DE AUTORAS Y AUTORES DEL PASADO OLVIDADAS”
¿Cree que faltan referentes femeninos editados desde la Institución?
Efectivamente, y es una debilidad no solo de nuestro catálogo exclusivamente, sino yo diría de todo nuestro sector editorial, ya sea público o privado, que tenemos la responsabilidad de cambiar.
¿Qué cambios resaltaría y que haya podido ver desde dentro como subdirector de la institución desde 2018?
En el Magnànim yo he percibido una voluntad de profesionalización y mejora de la gestión editorial.
“La idea de la corporación es que tenga más visibilidad, que pueda salir al exterior, y que la producción sea más diversificada”, señaló en su momento el diputado del área de Cultura, Francisco Teruel. ¿Cómo se encara este proceso?
Todo esto pasa por ofrecer contenidos de interés y editados con rigor, desde una voluntad de aportar materiales con una visión plural. Sin ellos, cualquier esfuerzo sería infructuoso.
La cultura es un puente entre generaciones. ¿Qué estrategias implementará para atraer tanto a la audiencia más joven como a la más madura a las actividades de la Institución Alfons el Magnànim?
Sorprendentemente, las obras completas de poesía y los textos memorialísticos tienen una aceptación intergeneracional, por ejemplo. Y hay que ser sensible a los temas que preocupan a la juventud y a cómo y dónde comparten información, para poder ofrecérsela.
La colaboración es fundamental en el mundo de la cultura. ¿Qué oportunidades de colaboración le gustaría explorar con otras instituciones culturales, tanto a nivel local, autonómico, nacional o internacional?
Mantenemos relaciones con entidades públicas: universidades valencianas, la Acadèmia Valenciana de la Llengua, ayuntamientos; y también con el sector privado con y sin ánimo de lucro: la Unió de Periodistes Valencians, editoriales de ensayo, Institutos de Estudios Comarcales. Tal vez dos ámbitos a explorar y fortalecer sean la colaboración editorial en el ámbito europeo y las traducciones de ensayos.
¿Cómo de importante es que el Magnànim tenga un puesto propio en la Fira del Llibre de València?
Es una institución pública que edita libros. Estar donde se reúnen los lectores es una prioridad.
¿Cómo ve el panorama literario valenciano con el éxito de novelas como ‘Noruega’ , ‘Mireia’ o ‘Indignas hijas de su patria’?
Con entusiasmo y esperanza, consciente del contexto tan poco favorable a la creación literaria y a la investigación en el que estamos, sobre todo en el caso de las mujeres.
Y más en concreto, ¿la literatura en valenciano?
La normalización literaria de una lengua tiene como condición necesaria un pacto social. Este, aquí y ahora, no existe. Opino que es responsabilidad de las instituciones facilitar un clima favorable.
¿Qué escritores y escritoras son referente para usted?
En el Magnànim he descubierto a Josep Iborra, del que estamos editando sus obras completas. Es un humanista contemporáneo valenciano a reivindicar. Teresa Pascual y Anna Montero, por ejemplo, tienen una producción poética muy digna, solvente y valerosa.
Como investigador ha hecho numerosos estudios dedicados a la literatura valenciana, ¿Cuál ha sido el más especial?
Sin duda alguna, el más especial, la biografía de Llombart. Documentar su vida a través de la prensa de la época y de los comentarios de sus contemporáneos fue un ejercicio muy provechoso para mejorar mi competencia como investigador.
Y, si nos puede adelantar, ¿Cuál será el próximo?
Trabajo en su correspondencia.
Para finalizar, ¿cuál es tu sueño más grande como director de esta institución? ¿Qué le gustaría que la gente recordara de su gestión una vez que haya dejado su huella en la Institución Alfons el Magnànim?
Mi visión es que el Magnànim continue aportando contenidos rigurosos a un público lector que necesita información sobre su contexto histórico, cultural, y social, y sobre temas de interés vinculados a su entorno geográfico y también al ámbito global. Mi sueño, por tanto, es que cuando deje de ser director, el catálogo del Magnánim sea coherente con esta idea.
