Desde el inicio de la DANA, el Cuartel General de la UME se ha convertido en el epicentro de coordinación de los trabajos desplegados en las zonas afectadas. Cada día, se evalúan los progresos, se trazan las tareas pendientes y se analiza la situación en tiempo real.
La reunión de este miércoles ha estado presidida por la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien destacó el esfuerzo de los 8.500 militares desplegados en la región, calificando su labor como “a la altura de las circunstancias” y digna de ser estudiada en los libros de historia.
“Su labor está siendo esencial y está permitiendo caminar, poco a poco, hacia la tan ansiada normalidad”, afirmó la ministra, quien subrayó que el papel de las Fuerzas Armadas no solo es operativo, sino que también ejerce un efecto tranquilizador para la ciudadanía. “Estaremos el tiempo que sea necesario”, añadió.
Reconstrucción de infraestructuras prioritarias
Uno de los objetivos clave ha sido la recuperación de infraestructuras esenciales, como los puentes. De las cuatro pasarelas montadas por las Fuerzas Armadas, tres ya están operativas, mientras que la de Ribarroja está a la espera de que se finalicen los accesos, un trabajo a cargo de una empresa civil. Se prevé que esté en funcionamiento el 12 de diciembre.
Además de la reconstrucción, las labores de limpieza de garajes y sótanos, así como el reconocimiento de embalses y barrancos con drones, han permitido avanzar en la recuperación de espacios clave. En muchos municipios, los militares han recorrido puerta a puerta, atendiendo necesidades urgentes como el suministro de alimentos y medicamentos.
Restauración de centros escolares y servicios públicos
En Paiporta, el apoyo de la UME ha sido fundamental para adelantar un mes la reapertura de un centro educativo que había sufrido graves daños. Las tareas también han abarcado la recuperación de espacios públicos, incluyendo bibliotecas, parques, auditorios y residencias de mayores.
La ministra Margarita Robles valoró esta labor como un ejemplo de profesionalidad y empatía: “Las Fuerzas Armadas están demostrando una capacidad y sensibilidad extraordinarias al atender las necesidades de la población en este contexto tan complejo”, declaró.
Un esfuerzo visible en las calles
La limpieza de calles y viales sigue siendo una prioridad para minimizar la contaminación por polvo y evitar problemas respiratorios en la población. “La presencia de nuestros militares no solo agiliza la recuperación, sino que da seguridad a las personas. Verlos cerca, ayudando y protegiendo, es un bálsamo para los afectados”, aseguró Robles.
La ministra concluyó destacando que, más allá de los desafíos logísticos y materiales, el despliegue militar también busca generar confianza en las comunidades afectadas. “Su trabajo está siendo esencial, y estarán allí el tiempo que sea necesario para que la normalidad vuelva a cada rincón”, reiteró.