La mañana del 21 de noviembre comenzó con la denuncia de un vecino de Alfafar que, bajo el seudónimo @petronero82, publicó en redes sociales un video mostrando De una queja vecinal a una respuesta ministerial: la rápida actuación de Óscar Puente ante la inundación del túnel de Alfafar que conecta su casa con el colegio de sus hijos completamente inundado. El mensaje, cargado de frustración, calificaba la situación como el “día de la marmota” y criticaba la lentitud en las obras para resolver un problema que, según él, parecía no tener fin.
El video pronto se viralizó, acumulando más de un millón de visualizaciones y etiquetando a responsables como el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y al ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Óscar Puente. La queja, que inicialmente parecía una más entre tantas de las secuelas de la DANA, terminó captando la atención directa del ministro.
Óscar Puente no tardó en responder. A través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), el ministro explicó que, aunque los túneles bajo las vías son técnicamente infraestructuras municipales, el Gobierno central había decidido asumir su recuperación tras una reunión esa misma semana con los alcaldes de los municipios afectados.
“Hola. Los túneles bajo las vías son infraestructuras municipales. No obstante, esta semana hemos asumido nosotros la tarea de recuperarlos y ponerlos en marcha. Esta mañana hemos mantenido reunión con los alcaldes de los municipios afectados. Y pronto empezamos. No obstante, gracias por el vídeo. Te pediría que me actualizases la información periódicamente si te es posible. Y ánimo, la solución está en camino”, escribió Puente.
El ministerio puso a los operarios de ADIF en acción
Pocas horas después, Puente cumplió su promesa. Publicó una foto que mostraba a los operarios de ADIF en el túnel inundado, trabajando para retirar los escombros y evaluar los daños. “Ya estamos allí. Vamos a intentar resolverlo cuanto antes”, afirmó el ministro, ganándose el reconocimiento de muchos usuarios que valoraron la rapidez con la que pasó de las palabras a los hechos.
Por la tarde, la actividad en el túnel se intensificó. El ministro compartió videos en los que se veían grúas retirando escombros mientras los equipos se preparaban para el siguiente paso: achicar el agua acumulada. “Y mañana las motobombas. Eso tiene que estar libre lo antes posible”, añadió Puente, dejando claro que el problema estaba siendo tratado como una prioridad.
Lo que comenzó como un mensaje de desesperación terminó movilizando recursos del Gobierno central, con una respuesta que muchos calificaron como ejemplar. El tono directo y humano de Puente, combinado con su capacidad para ofrecer soluciones concretas, dejó una impresión positiva en gran parte de los usuarios.
El vecino de Alfafar, quien inicialmente expresó su escepticismo, también mostró su agradecimiento por la intervención. “Lo que queremos es que el túnel deje de ser un obstáculo en nuestro día a día. Verlos trabajar nos da esperanza”, comentó en un mensaje posterior.
Un cambio de imagen en la acción del Gobierno Central
El túnel de Alfafar no es solo una infraestructura clave para la movilidad local, sino también un símbolo de cómo las administraciones pueden responder eficazmente a problemas cotidianos que afectan directamente a la ciudadanía. En un contexto donde las redes sociales son una herramienta poderosa para visibilizar problemas, la rápida respuesta de Óscar Puente muestra la importancia de una gestión pública ágil, transparente y cercana a las personas.
Más allá de resolver el problema inmediato, la intervención en el túnel de Alfafar envía un mensaje más amplio: la recuperación tras la DANA no solo debe centrarse en grandes proyectos, sino también en atender las necesidades concretas de los vecinos. Es un recordatorio de que, en situaciones de emergencia, ningún problema es demasiado pequeño para ser atendido.
El próximo desafío será garantizar que estas acciones no sean solo parches temporales, sino soluciones sostenibles que prevengan futuras inundaciones y devuelvan la normalidad a los afectados. Mientras tanto, Alfafar ha visto cómo una queja aislada puede movilizar al Gobierno central, demostrando que la cercanía y la eficacia no están reñidas en la gestión pública.