Ni conciliación, ni ayudas, ni alternativas, y ni siquiera un marco jurídico-legal adaptado a la situación de la pandemia que permita saber qué derechos a permisos puede tener un adulto obligado a confinarse para atender a un menor contagiado por coronavirus.
Este debate que se inició en paralelo a la aparición del problema, parece que podría haber sido oído, al menos de manera formal por quienes, aún sin tener competencia directa, están viendo como las cifras se desbordan y las consecuencias colaterales en las familias con alumnado confinado están teniendo también graves repercusiones sanitarias y económicas.
De ahí que el conseller de Educación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, ha enviado una carta a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en la que urge a los ministerios competentes a establecer permisos laborales retribuidos para las familias con alumnado contagiado.
Esta necesidad, reiteradamente puesta de manifiesto tanto por la misma conselleria, como entre los diferentes miembros y agentes de la comunidad educativa, como la Federación de Ampa Gonzalo Anaya y muchos sindicatos docentes, parece que regresa a la actualidad con el crecimiento de contagios.
Quizás por eso, y porque resulta “indignante”, como afirman muchas asociacione sde madres y padres de alumnado, en el escrito, Marzà se señala que “a pesar de los meses transcurridos desde la declaración de la emergencia sanitaria y de las sucesivas olas que esta ha provocado, continúa pendiente de resolver un problema que considero inaplazable, y que afecta a la situación de los progenitores no contagiados, que tienen que cuidar a sus hijas e hijos afectados por cuarentenas”.
Unas palabras dirigidas, en plena sexta ola a quienes tienen competencia pero que los más críticos se preguntan por qué se reclaman justo en este momento.
Sea como sea, las misivas enviadas también recuerdan el impedimento claro que supone utilizar las vías tradicionales de conciliación echando mano de la la familia. “Todo ello, además, en un contexto sanitario que no permite a las familias, por razones obvias, recurrir a otros recursos y apoyos de su entorno familiar, como es el caso de los abuelos y abuelas”, expone el escrito.
El conseller, finaliza par petición formal a los Ministros agradeciendo el esfuerzo y la dedicación de los ministros y se ha puesto a su disposición para cooperar y colaborar en esta cuestión que “debería abordarse con urgencia”.
