El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha defendido en el seno de la Comisión de las Comunidades Autónomas convocado por el Grupo Popular en el Senado este jueves, 19 de octubre, un modelo de gestión valencianista integrador con los castellanohablantes y ha acusado de ensoñaciones y dislates las tesis de quienes defienden la existencia de los países catalanes. En una intervención de 18 minutos, en la que también ha abogado por la cooperación para promover avance socioeconómico, y en la que ha sido interrumpido en varias ocasiones con aplausos, el jefe del Consell ha arremetido por el Botànic por implantar un modelo de “exclusión” social a cuenta del valencianismo y al president catalán por alimentar teorías pancatalanistas.
Su discurso en la Cámara Alta ha comenzado apuntando el hito histórico de la firma del trasvase Júcar-Vinalopó hace 48 horas como ejemplo de consenso interinstitucional y también civil. “Ese acuerdo confirma la viabilidad de los trasvases entre cuencas hidrográficas”, ha añadido en un guiño al trasvase Tajo-Segura en proceso de paulatina reducción.
El eje vertebrador de la exposición se ha centrado en políticas de “unidad, el respeto de la ley y las instituciones” ante una posible amnistía y el rechazo a unas dinámicas institucionales basadas en el egoísmo territorial en el marco de las negociaciones de conformación de gobiernos. “Los chantajes no terminan nunca si el chantajeado no se planta”, ha manifestado dirigiéndose al presidente del Gobierno Pedro Sánchez.
El jefe del Consell considera la amnistía un “ataque inaudito” al Estado de las Autonomías y a la pluralidad territorial y ha reafirmado que la Comunitat Valenciana, desde su diversidad ofrecida al proyecto común, estará siempre del lado del consenso y será una barrera contra la desigualdad.
La lengua ‘se llama valenciano y no de otra manera’
Mazón ha defendido que la lengua de la Comunitat Valenciana “se llama valenciano y no se llama de otra manera”, unas afirmaciones vertidas en el marco de un candente debate sobre la regulación de los usos. Y ha tenido palabras de reprobación para los anteriores mandatos del Botànic “que decidieron abandonar aquel camino del acuerdo que permitió reformar nuestro Estatuto”, por el que nadie podrá ser discriminado por razón de su lengua. “Gobernó para unos pocos” e instaló “un modelo de exclusión que limitó la libertad y fijó patrones, cánones a los que ceñirse. Todo este procés ya lo hemos vivido”, ha sentenciado.
El Botànic, ‘delegado valenciano del procés’, avanzadilla de los países catalanes
En su discurso ha subido un peldaño más, describiendo el escenario gestado por el anterior tripartito en el poder durante las dos últimas legislaturas. “En aquel escenario, el interés público dejó paso a la doctrina. La doctrina abrió el camino al peor sectarismo. El sectarismo alimentó la idea de que existían valencianos buenos y valencianos malos y que los malos podían recibir redimirse solo si seguían indicaciones precisas, sobre qué pensar cómo actuar o en qué idioma debían hablar”.
Así ha criticado las reformas legislativas autonómicas en materia de educación “que obligaban a estudiar un mínimo de un 25% de las horas lectivas en valenciano a alumnos que vivían en zonas reconocidas por ley como castellanohablantes. Alumnos de las comarcas de La Vega Baja el Alto Palancia, Utiel-Requena o Ademuz a los que se les impuso asignaturas impartidas en un idioma que no conocían”. Según el jefe del Consell estos eran entendidos como ciudadanos de segunda y resultaban en carencia de igualdad de oportunidades.
Llamar país catalán a Guardamar es un ‘insulto’
Siguiendo el hilo discursivo, ha calificado al anterior Govern como “delegados valencianos del procés” en avanzadilla en la ensoñación de los países catalanes. Y ha tenido palabras para el president de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonés. “Si el resumen toda la intervención del presidente de Cataluña es venir aquí esta mañana a hablar del municipio donde desemboca el río Segura de la provincia de Alicante que se llama Guardamar y todo el resumen es venir y decir que Guardamar es Cataluña no solo es una ensoñación, es un dislate y es un insulto”.
Recuperar la libertad para los valencianos y perseguir el consenso como fórmula de avance
Respecto a la gestión política y administrativa de la identidad valenciana, Mazón ha aseverado que el nuevo Consell escogerá siempre la igualdad y pluralismo de una ciudadanía que considera diversa. “Creemos en esa forma de convivencia basada en el equilibrio, la igualdad y la libertad y la estamos recuperando para todos los valencianos por que así lo exigieron las urnas”.
En la intervención ha expuesto también reivindicaciones autonómicas como el déficit de financiación de la Comunidad Valenciana “que no se resolverá si no se reforma el conjunto del sistema de manera adecuada y proporcional, pero sobre todo sin excepciones ni privilegios”. También el gasto sanitario extra que soportan los municipios turísticos por la población flotante o la finalización del Corredor Mediterráneo y la ampliación del Puerto de València.
Ha defendido el futuro para todas las Comunidades Autónomas sin que “dependa de la discrecionalidad de quien gobierne”. Y la crítica a Pedro Sánchez explícita cuando ha llamado a no conformarse “con las migajas del banquete que recibió quién ha puesto precio a sus votos para satisfacer la vanidad de una persona”. A lo que ha añadido que ha dejado patente tanto la comparecencia de su homólogo catalán, momentos previos a la suya, como la ausencia en esta comisión de los presidentes autónomos socialistas.
