Residentes de Urlisa, en la sierra de Altea, viven atemorizados ante la oleada de robos que están padeciendo. Ya ocurrió con la crisis de 2008 y también a partir de la pandemia, pero desde este mes de enero la situación ha cambiado, según explican desde la asociación de vecinos. Ahora entran en residencias habitadas, sin importar que haya personas dentro y que las alarmas suenen. Denuncian que se sienten en una ratonera, “sin luces” en las calles y con dispositivos policiales “insuficientes”.
El último caso, anteanoche, 19 de abril. Como se puede apreciar en el vídeo, “los ladrones fueron con una maza, echaron la puerta abajo, los dueños se encerraron corriendo en su habitación cuando los ladrones entraron. Y los ladrones en cuestión de minutos localizaron la caja fuerte, la arrancaron, la abrieron y se fueron”, relata Silvia Martín, presidenta de la asociación. Un minuto, según las imágenes, en el que entran hasta 4 personas, de complexión masculina, pisando los talones a los dueños, y con gran estruendo de la alarma y golpes para derribar la puerta y extraer la caja fuerte. Se puede ver como sale uno de ellos portando una caja.
Este no ha sido el único caso. Describen un goteo de intentos de allanamiento, de personas extrañas que vigilan y de robos consumados. No tienen cifras oficiales y tampoco la Guardia Civil ha proporcionado de momento ni valoración ni datos que ha solicitado Diario de Alicante sobre estos hechos. Pero según la información que intercambian los vecinos calculan que podría haber últimamente de “tres a cuatro robos a la semana” solamente en Urlisa.
Se trata de una zona en las afueras donde principalmente hay viviendas de segunda residencia. Tradicionalmente “entraban mucho en las casas que estaban vacías, pero las casas de segunda residencia no tienen tantos objetos de valor” así que desde hace un tiempo comenzaron a robar en casas de residentes permanentes. “Nos vigilan”. Cuando detectan que los residentes han salido “entran y buscan todo lo que pueden encontrar. Eso ha sido hasta hace más o menos, a partir del mes de enero que esto ha cambiado. Y entonces ahora ya les está dando igual y están entrando con gente dentro de las casas.”
Los ladrones llegan a enfrentarse con residentes y por las noches han usado gas somnífero
Precisamente entraron en la casa de una familia en enero donde se encontraban dos menores de 17 y 11 años, aprovechando que su madre había salido al médico. Las niñas llamaron a su madre cuando oyeron ruidos y le dijeron que pensaban que habían entrado ladrones. Acto seguido “llaman al 112, se consiguen comunicar y la Guardia Civil llega una hora después”. Durante el robo, encerarron a las dos menores en una habitación. “Yo hablé con la madre directamente y me dijo: Llegué yo antes que la policía”. Según explicó a la asociación la familia “la Guardia Civil les dijo que estaban con una pareja de violencia de género, que no la podían dejar”.
El pasado Viernes Santo los ladrones entraban de nuevo en este domicilio. Era periodo de vacaciones y había familia de visita. En total, 11 personas. “Estaban durmiendo, entraron los ladrones, nadie se despertó y al día siguiente se habían llevado joyas dinero… Habían hecho ruido y nadie entendía como 11 personas no se habían despertado. El caso es que han usado algún tipo de gas somnífero. Luego la Guardia Civil le dijo a la dueña de la casa que habían robado con la misma técnica en El Albir dos noches después en tres casas”.
Sin embargo, el pasado 18 de marzo tuvo lugar un episodio en el que los ladrones llegaron a atacar y a amenazar a otra vecina, en presencia de su hija adolescente. Se trata de una madre ucraniana que se ha refugiado de la guerra en Altea y reside en esta urbanización también con dos niños de corta edad.
El día del suceso “tenía a los mellizos chiquititos durmiendo en una habitación y ella con su hija adolescente estaba en el salón. Les entran los ladrones, estaban despiertas y no contentos con lo que tenía la mujer de dinero, de joyas, le dijeron que les diera más. Ella, que no tenía más. Le dieron un navajazo en la cadera, le pincharon con la navaja al cuello y le dieron un porrazo en la cabeza. Y amenazándola, si no nos das más nos llevamos a uno de tus hijos y pedimos rescate”.
Silvia Martín explica que la mujer “se ha vuelto a Ucrania del susto” pero ahora regresa para el colegio de los hijos y plantea mudarse a otra zona del municipio más poblada. Un hecho que ha llegado a publicarse en los periódicos de su país, refiere a Diario de Alicante.
‘La policía no patrulla, la Guardia Civil no patrulla y no patrullan porque no hay efectivos’
Desde la asociación han contratado ya un abogado, que entre otras cuestiones pedirá una cita con la Guardia Civil para buscar soluciones, como explican que ya ha intentado la Junta Directiva anteriormente sin éxito. “Lo que queremos es que digan qué es lo que piensan hacer, que no solamente nos digan que no hay efectivos. Vale, no hay efectivos, ¿pero ustedes están poniendo quejas al Gobierno diciendo aquí están ocurriendo cosas muy serias, necesitamos refuerzos?”
La presidenta asevera que “los ladrones saben que ellos tienen 20 minutos mínimo para robar porque en 20 minutos no va a llegar la Guardia Civil”. Si bien, este miércoles llegaron “en 10 minutos” defiende que no es lo habitual. Así pasó cuando robaron la propiedad de un miembro de la Junta Directiva de viaje en Inglaterra.
“Los dueños en Inglaterra viendo por las cámaras como los ladrones estaban en la casa. La alarma salta, dejan que la alarma suene 20 minutos dentro de la casa, llegan a la caja fuerte, abren la caja fuerte y se llevan todo lo de valor”. Ella misma afirma haber llamado sin éxito. “He visto ladrones desvalijando aquí unas casas abandonadas y dicen pues miren no tenemos patrulla que mandar”.
Desde la Asociación están en contacto con otras asociaciones vecinales como Sierra Altea y Sierra Golf para compartir información. Recientemente, han contactado con Altea Hills pero en su caso son comunidad de propietarios aparte de asociación y tiene contratado seguridad privvada que patrulla las 24 horas del día. Urlisa, sin embargo, explica que es un barrio aunque se le denomine asociación. “Esto es público, como que tú vivas en el barrio tal de Alicante y que tengas que hacer una comunidad de propietarios del barrio y con seguridad privada”.
Lo que sí se han visto obligado a hacer es contactar con distintas empresas de seguridad de blindade de puertas, alarmas, etc, para ofrecer información preventiva a los asociados.
La situación de falta de efectivos de la Guardia Civil no es nueva y ha sido denunciada en varias ocasiones desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil en Alicante. Hablan de “grave déficit en las plantillas, afectadas por la mala distribución del personal” que supone un “riesgo para los ciudadanos“. En el caso de Altea nos confirman que se han publicado 5 nuevas vacantes que se resolverán en los próximos 3 meses”.
A oscuras: ‘Es el lugar perfecto para los delincuentes obrar porque cae la noche y aquí nadie ve nada’
Otro de los problemas que denuncia el vecindario es la falta de iluminación. “Solo la avenida Principal que sube desde lo que es Altea la Vella tiene farolas, pero todas las calles adyacentes de esta avenida no tienen luces. Tú ves farolas que no están enganchadas a la luz, o sea, está la farola puesta y no la tienen enganchada a la luz. Y luego hay postes de luz que ves el hueco, toda la obra hecha pero no te ponen la farola. Entonces qué ocurre, que esto es una población residencial en medio de una montaña, cae la noche y esto es oscuro no, oscurísimo”.
La presidenta insiste que “es el lugar perfecto para los delincuentes obrar”. Al anochecer tienen que encerrarse en casa con la alarma puesta “pues estás vendido, porque los ladrones como te entren pues prepárate a ver qué hay”.
Así, afirman que han intentado concertar una cita con la concejalía de Participación y han presentado el pasado enero 103 páginas de instancias con diferentes deficiencias del barrio, entre ellas las luces, “agujeros en las calles” y contenedores con ruedas en pendientes. Desean manifestar su “situación de abandono”. Y también pedir que intervenga ante la falta de seguridad y colabore o ejerza presión para reforzar la vigilancia.
“Es una situación de mucha impotencia y de mucha urgencia”. “Tú pones medios pero el ladrón te llega hasta la ventana de tu casa “, lamenta Silvia Martín. El Ayuntamiento de Alltea no ha contactado con Diario de Alicante para ofrecer una valoración de estos sucesos tal y como ha solicitado este medio.
