La alcaldesa de València, María José Catalá, ha explicado este lunes que la moratoria de licencias de apartamentos turísticos, que se aprobará previsiblemente en el pleno de este martes, “no afecta” ni a bloques enteros de viviendas turísticas ni hoteles porque estos “no generan problemas de falta de convivencia o de claridad en regulaciones como los accesos”.
Así lo ha asegurado la responsable local en declaraciones a los medios al ser preguntada por la suspensión de estas licencia de los pisos turísticos que se aplicará en toda la ciudad a excepción de Ciutat Vella y el Marítimo que ya tienen su propia regulación, y que ha levantado las quejas de dos entidades turísticas.
“El problema son las comunidades de propietarios y de vecinos que ven cómo se ubica un apartamento turístico en su comunidad y no saben si la actividad es legal o ilegal y, sobre todo, hay que regular un poco los accesos, que tenga un acceso diferenciado, que no sea el mismo acceso que el de la comunidad, que esté ubicado en determinadas plantas… todo eso tenemos que regularlo”, ha expuesto.
“Lo que perseguimos con esta moratoria es regular oportunamente este fenómeno y generar seguridad jurídica” ha indicado Catalá, que también ha insistido en que esta medida que durará un año, aunque podría ser prorrogable, y servirá para, mientras tanto, trabajar en la regulación de esta actividad. “Vamos a intentar tener cuanto antes una regulación que clarifique esta situación” ha afirmado Catalá.
Del mismo modo, la alcaldesa ha señalado que se está trabajando con los técnicos en si las licencias que están en trámite se verán afectadas por la suspensión, pero ha asegurado que se cumplirá la legalidad.
Por otro lado, la dirigente ‘popular’ ha manifestado que esta problemática “viene de una situación que se ha desbocado un poco porque en el año 2018 el gobierno anterior autoriza que se ubiquen apartamentos turísticos en bajos comerciales y además no hace una ordenanza y no habilita equipos de inspección contra la actividad irregular”. Esto ha generado una situación de preocupación entre los vecinos, ha lamentado.
La primera edil ha indicado que, frente a esta problemática, el consistorio ha puesto en marcha equipos de inspección, ha decretado el cierre de 160 apartamentos turísticos irregulares y va a combatir la actividad irregular.
Aprobación en el pleno
Sobre sí cree que la moratoria saldrá adelante y contará con el respaldo de los otros grupos municipales, Catalá ha indicado que tanto PSOE como Compromís “venían pidiendo esto anteriormente” y que le parecería “bastante incoherente” que ahora “dijeran que no era lo que pedían”.
“También es verdad que como he visto incoherencias en otras cuestiones me puedo esperar casi todo, pero espero de verdad que tengamos un consenso en esta medida porque creo que además es una medida que busca sólo una cosa, persigue la seguridad jurídica única y exclusivamente”, ha indicado.
Preguntada por si Vox, sus socio de gobierno, apoyará la medida mañana, la responsable local ha afirmado que están “en contacto permanente” y que tiene “una buena comunicación”. Asimismo, ha indicado que durante este lunes el concejal de Urbanismo se reunirá con Vox y el resto de grupos. “Yo confío siempre en el sentido común”, ha dicho.
La alcaldesa ha subrayado que el turismo es “un sector fundamental en la ciudad” al que se debe proporcionar seguridad jurídica y regular, pero ha lamentado que “se está magnificando un problema” en el que “no hemos pasado de cero a cien en cuestión de tres semanas”.
Los cruceros seguirán llegando
Por otro lado, Catalá ha explicado que los cruceros van a “venir a la ciudad de València” y que lo que se quiere evitar es la llegada de las “ciudades flotantes” porque es “una oferta de cruceros mucho más masiva” con un turista que está pocas horas en la ciudad y no genera un impacto económico a la ciudad “de calidad”.
Igualmente, ha indicado que se plantea evitar su llegada a partir de 2026 porque en 2025 ya está cerrada la planificación de las compañías y ya hay fechas programadas. Además, ha explicado que ya ha hablado con la Autoridad Portuaria de Valencia para aplicar la medida y limitarlo.
“No se sabe nada a 24 horas del pleno”
Por otro lado, la portavoz de Compromís per València, Papi Robles, ha criticado que “a 24 horas del pleno municipal” todavía no saben “nada” de la propuesta de moratoria de Catalá y que “no han visto el documento que mañana teóricamente se someterá a votación”. “¿Por qué esconde el documento y por qué no nos deja analizarlo? ¿Es que la moratoria viene con letra pequeña?”, se ha preguntado la dirigente valencianista.
“Le recordamos a Catalá que éste es un tema de ciudad y que no podremos votar a ciegas una propuesta de la que no conocemos absolutamente nada” ha avisado Robles, que se ha reunido este lunes con la Asociación de Viviendas de Alquiler para Estancias Cortas de la Comunidad Valenciana (AVAEC) a quienes les ha trasladado la propuesta de la formación valencianista y que esta moratoria “debe ser un punto de inicio para empezar a trabajar en una regulación de todos los recursos turísticos de la ciudad”.
“Desde Compromís defendemos que lo que necesita València en estos momentos es una reordenación de los recursos turísticos y todo esto debe ir a parar a una regulación que permita que las personas que quieren vivir en nuestra ciudad lo puedan hacer por delante de las personas que vienen a disfrutar de unos servicios y conciliar esta actividad económica con el derecho de acceso a la vivienda y la convivencia en nuestros barrios”, ha manifestado.
Robles también ha recordado que Compromís ha apostado desde 2021 por impulsar esta moratoria pero que “no contaban con el apoyo de la mayoría” para su aprobación y que “la propia Catalá, que ahora apuesta por la moratoria, ha votado hasta 3 veces en contra de ella sólo durante este 2024”.
En este sentido, la portavoz de Compromís ha asegurado que la moratoria “debe ir más allá” y sumar otras medidas como incrementar el personal de inspecciones, un plan para restringir de “forma drástica” los pisos turísticos con un régimen sancionador, un registro obligatorio y una tasa progresiva para los propietarios; así como modificar el PGOU para rebajar el precio del alquiler, entre otros con la declaración de València como ciudad tensionada que “tramitó desde el gobierno de Ribó pero que tanto Catalá como Mazón en la Generalitat tienen escondida en un cajón”.
Enmienda a la moratoria
La portavoz socialista en València, Sandra Gómez, ha anunciado que los socialistas presentarán una enmienda a la “supuesta” moratoria de apartamentos turísticos que ha anunciado Catalá para que “no se permita en ningún caso la transformación de viviendas en alojamientos turísticos en toda la ciudad”.
Gómez, además, ha lamentado que a falta de unas horas para el pleno el PP todavía no haya informado ni presentado ninguna moción al respecto. “A estas horas, a menos de 24 horas del pleno, seguimos sin tener la supuesta propuesta del PP, ni el contenido de la moratoria ni qué fechas establece ni absolutamente nada más allá de que se ha producido un anuncio en plena campaña electoral de las europeas”, ha incidido.
En este sentido, ha asegurado que la propuesta de los socialistas está “absolutamente clara” y es que en “la ciudad no se produzca ni una sola transformación más de una vivienda o de un local comercial en apartamento turístico en ninguno de los barrios de la ciudad”. “No sabemos qué quiere aprobar ni si tiene un plan concreto. Lo que sí que sabemos es que el anuncio de Catalá llega 3.500 apartamentos tarde porque esos son los apartamentos que han abierto en València como consecuencia de su inactividad en el último año”, ha incidido.
“Entendemos que en València no cabe ni un apartamento turístico más. Por eso, vamos a proponer una prohibición tajante de que edificios residenciales o suelo residencial pasan a dedicarse a alojamientos turísticos aunque afecte a un alojamiento o un edificio entero”, ha manifestado la dirigente socialista, que también ha reprochado a Catalá que haya realizado este anuncio exclusivamente “cuando se ha dado cuando se ha dado cuenta de que se había quedado sola y que nadie en la ciudad compartía su modelo turístico insostenible”.
