La consellera de Justicia e Interior, Elisa Núñez, ha anunciado la construcción en 2024 de ocho nuevos depósitos de agua para luchar contra los incendios forestales, como parte de una amplia red infraestructuras compuesta por depósitos y áreas cortafuegos en las áreas forestales de la Comunitat Valenciana con el objetivo de facilitar la extinción de los incendios.
Estos depósitos supondrán una inversión total de 1.644.444 euros con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (Next Generation). Se situarán en puntos estratégicos, principalmente en montes públicos y áreas rurales de alto riesgo, y facilitarán más de 2.400 metros cúbicos de agua para los medios aéreos y terrestres de extinción de incendios forestales.
Además de la construcción de estos ocho nuevos depósitos (tres de los cuales se situarán dentro del Parque Natural Hoces del Cabriel y uno en el Parque Natural de Sierra Calderona), en 2024 la Conselleria también iniciará la redacción de los proyectos para la construcción de otros seis depósitos más.
Elisa Núñez ha explicado este proyecto de nuevos depósitos en su visita al depósito de agua construido en Montán (Castellón), en el que la Conselleria de Justicia e Interior ha invertido más de 127.000 euros y tiene una capacidad de 520 metros cúbicos.
El depósito de Montán se ha construido en una parcela de 1.100 m2 recientemente adquirida y cedida gratuitamente por el ayuntamiento a la Generalitat para este fin, ya que en este término municipal la propiedad pública que gestiona directamente la Generalitat es muy poca. El depósito se nutre de la Fuente Felicia, que desde antiguo riega varias huertas por la zona y cuya captación quedó gravemente dañada por el incendio forestal de 2014. Con estas obras se ha arreglado la captación original, permitiendo mantener su actividad de riego tradicional y la huerta, y los caudales excedentes son los que alimentan el depósito.
La consellera ha explicado que “estamos apostando por una nueva estrategia en la prevención de incendios forestales centrada en una gestión integral del territorio, que sustituya la visión compartimentada de prevención y extinción, y la no intervención en el patrimonio natural, que hasta ahora mantenía el Botánico, lo cual hace que hoy en día estén llenos de biomasa y puedan resultar un polvorín”.
Según ha manifestado Elisa Núñez, “esta nueva estrategia supone por un lado actuaciones de prevención, como la realización de quemas prescritas controladas, la concesión de ayudas a los ayuntamientos para que ejecuten actuaciones en la planificación de prevención de incendios, impulsar el aprovechamiento energético de la biomasa para evitar su acumulación en los montes y favorecer la ganadería extensiva, y por otro, desarrollar infraestructuras como áreas cortafuegos y pistas forestales para dificultar la propagación del fuego y facilitar a los brigadas las tareas extinción de posibles incendios forestales”.
En este sentido, la consellera también ha anunciado para 2024 y 2025 la adaptación y mantenimiento de 4.375 hectáreas de áreas cortafuegos, con una inversión superior a los nueve millones de euros, así como el mantenimiento de más de 100 kilómetros de pistas forestales, con una inversión aproximada de tres millones (Fondos programa FEADER-PDR).
Nuevos depósitos para extinción
La Conselleria de Justicia e Interior va a construir ocho nuevos depósitos de agua con el objetivo de que los camiones autobomba y helicópteros dispongan de agua durante los trabajos de extinción de incendios forestales.
Tres de ellos se ubicarán en la provincia de Castellón, en Segorbe, Soneja y Villahermosa del Rio, y otros cinco en la provincia de Valencia, en los municipios de Requena, Utiel, Venta del Moro (2) y Casas Bajas.
Cada uno de los depósitos contará con una capacidad aproximada de 300 metros cúbicos, se construirán con material prefabricado de hormigón armado y tendrán aproximadamente diez metros de diámetro y cuatro de altura.
Dado que estos depósitos también actúan como puntos de agua donde acuden los animales a refrescarse e hidratarse, los depósitos incluyen rampas de salida, abrevaderos para el ganado, y charcas para evitar ahogamientos de la avifauna.
Las obras del primer depósito, ubicado en el municipio de Requena, ya han comenzado.