El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha anunciado este lunes el contenido del Plan Endavant, una estrategia estructural diseñada para evitar que se repitan las consecuencias devastadoras de la DANA del 29 de octubre en València. El plan llega 244 días después del episodio que colapsó la ciudad, con el objetivo de consolidar la recuperación e impulsar cambios profundos en la gestión del territorio.
No repetir errores del 29-O
Durante un acto en el Palau de la Generalitat, Mazón ha advertido que lo ocurrido aquel día no debe entenderse como una anomalía, sino como una advertencia. “Lo responsable no es considerar el 29-O una rareza, sino aprender de él”, ha afirmado. El objetivo, ha dicho, es transformar la Comunitat Valenciana para que episodios de lluvia extrema no vuelvan a provocar pérdidas humanas ni daños masivos.
El president ha señalado que ninguna administración está preparada para frenar lluvias torrenciales de esa magnitud, pero sí se pueden activar mecanismos que minimicen el impacto y refuercen la protección ciudadana.
Ejes de actuación del Plan Endavant
El Plan Endavant se estructura en cuatro grandes ejes de intervención:
- Infraestructuras: incluye una actuación integral en los barrancos del Poyo y del Magro, dos zonas especialmente vulnerables durante el temporal.
- Prevención: se llevarán a cabo tests de estrés de las principales cuencas hídricas para detectar puntos críticos antes de que ocurran nuevos episodios.
- Protección: se reforzarán los mecanismos de emergencia para asegurar una respuesta más ágil y eficaz.
- Gestión de datos: se exigirá a las agencias responsables una interpretación rigurosa y proactiva de los datos meteorológicos y de riesgo.
El objetivo general es innovar y corregir fallos del pasado, con una estrategia centrada tanto en la acción inmediata como en la anticipación de futuras amenazas climáticas.
Un plan con medidas en distintos ámbitos
El plan contempla actuaciones en cuatro grandes áreas. En el ámbito de las infraestructuras, se prevé una intervención integral en los barrancos del Poyo y del Magro, con el objetivo de jerarquizar los tramos más peligrosos que requieren limpieza, identificar los más sensibles y evaluar su capacidad de desagüe. También se plantea la implantación de tanques de tormentas o sistemas antiinundaciones, así como un estudio conjunto con el Gobierno para analizar por qué algunas carreteras y puentes no resistieron el caudal y adaptar así los métodos constructivos.
En el ámbito de la prevención, se propone incorporar sistemas de monitoreo y alerta temprana similares a los del Ebro, así como realizar pruebas de estrés hidrológico e hidráulico en cada cuenca. Estos estudios permitirán identificar zonas de alto riesgo y definir medidas específicas para reducir su vulnerabilidad, generando así una guía individualizada para cada barranco.
Respecto a la protección, el 29 de octubre debe marcar un punto de inflexión en la normativa de seguridad. En este sentido, se propone hacer obligatoria la instalación de bombas de achique automáticas y establecer protocolos claros para la evacuación vertical de edificios públicos y privados.
En cuanto a la gestión de emergencias, se plantea reformar la normativa para que todas las agencias con información propia asuman la responsabilidad de interpretar los datos y trasladar su posible impacto al resto de organismos, facilitando la toma de decisiones. Además, se exigirá a los ayuntamientos que, en situaciones de alerta naranja o superior, informen del estado de los barrancos cada 60 minutos.
El president Mazón ha anunciado la creación de una empresa pública mixta Generalitat-Estado para impulsar infraestructuras hidráulicas, así como una agencia estatal del agua con sede en la Comunitat Valenciana. También ha adelantado que, dentro de las competencias autonómicas, se promoverá la construcción de vivienda mediante una empresa mixta Generalitat-sector privado y se constituirá una comisión parlamentaria permanente en Les Corts para el seguimiento y control del Plan Endavant.
Una transformación estructural de València
Mazón ha subrayado que, superada la fase de emergencia, se abre ahora una nueva etapa orientada a la transformación estructural de la provincia, con el objetivo de que una tragedia como la del 29 de octubre —la riada más devastadora sufrida en esta tierra, con 228 víctimas mortales— no vuelva a repetirse «jamás».
«Ni la peor experiencia nos habría preparado para afrontar la pérdida de 228 vidas, ni para la devastación social y material» provocada por aquella DANA, cuyos efectos, según ha indicado, no son comparables con ningún episodio anterior. En la última década, la Comunitat ha enfrentado más de 30 alertas rojas por lluvias, algunas con previsiones igual de severas o incluso peores.
«Ya no podemos actuar como si lo habitual fuera lo normal», ha afirmado Mazón, quien ha explicado que el Plan Endavant nace precisamente para anticiparse a esa nueva realidad, acelerando al máximo las tareas pendientes de reparación y preparando a la Comunitat para mitigar el impacto de futuros episodios de lluvias intensas.
La primera fase de urgencia, centrada en reponer los servicios básicos y restablecer las condiciones previas a la catástrofe, comenzó el 30 de octubre y ha avanzado «a marchas forzadas» para recuperar «una relativa normalidad» en las zonas afectadas.
Todas las fases, medidas y objetivos del Plan Endavant han sido presentados por el vicepresidente segundo y conseller para la Recuperación Económica y Social, Francisco José Gan Pampols, a quien Mazón ha agradecido «este gesto de generosidad tan enorme con València». También ha destacado la implicación del resto de consellers, cuya predisposición ha permitido convertir este plan en una prioridad para el Consell.