La presa de Buseo, ubicada en el municipio valenciano de Chera, se encuentra en una situación crítica tras los estragos causados por la última DANA que azotó la Comunitat Valenciana. Las imágenes compartidas en redes sociales muestran un evidente deterioro de la estructura, evidenciado por la erosión y el desgaste que se han intensificado en los últimos días. Con la previsión de una nueva DANA, la situación ha puesto en alerta a las autoridades y a los residentes de la zona.
Daños y estado actual de la presa
El informe de Emergencias de la Generalitat Valenciana, emitido el 6 de noviembre, calificó el estado de la presa en “Escenario 2”, lo que implica un riesgo significativo y la necesidad de una vigilancia constante. Aunque los ingenieros han confirmado que el nivel del agua embalsada sigue descendiendo, situándose en 3,88 hm³ (un 51,67% de su capacidad), la preocupación persiste debido a la estabilidad comprometida de la estructura. Desde el 4 de noviembre, el embalse ha perdido 2,20 hm³, lo que ha ayudado a aliviar algo la presión sobre la presa, pero no garantiza su seguridad total.
Vigilancia y medidas de seguridad
La localidad vecina de Sot de Chera, que evacuó preventivamente a unos cincuenta residentes, continúa bajo un dispositivo de vigilancia para proteger a la población. Ingenieros especializados permanecen en la presa para evaluar su estado en tiempo real y actuar rápidamente si se detectan cambios. Esta medida ha brindado cierta tranquilidad a los habitantes, aunque las expectativas de otra DANA mantienen la tensión en la zona.
Previsión de nuevas lluvias y respuesta de emergencia
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha emitido avisos por la inminente llegada de otra DANA, lo que podría empeorar la situación de la presa de Buseo y otros puntos críticos en la región. El “Escenario 2” implica que, aunque se han implementado medidas de seguridad, no se puede garantizar al 100% que la estructura esté fuera de peligro. Las autoridades locales y los equipos de emergencia se preparan para responder de manera efectiva ante cualquier nuevo deterioro.
La vigilancia estrecha y el monitoreo constante son vitales en esta fase. Los vecinos han sido advertidos de mantenerse informados a través de los canales oficiales y de seguir cualquier indicación de las autoridades para proteger su seguridad.
