En los últimos días, los festivales de música se han visto envueltos en una acalorada controversia relacionada con la posibilidad de permitir o no el ingreso de comida y bebida proveniente del exterior.
Mientras algunos eventos facilitan esta práctica, otros argumentan razones de seguridad y responsabilidad para prohibirlo, generando un intenso debate en el sector.
Facua advierte que esta práctica se está generalizando y aceptando cada vez más en el mundo de los festivales, tanto por los organizadores como por los consumidores.
Para combatir esta situación, la asociación anima a los consumidores a denunciar y propone acciones como solicitar la devolución del dinero pagado por la comida o bebida confiscada, o exigir un reembolso de la diferencia de precio entre comprar dentro del festival o llevar alimentos y bebidas desde casa.
Posibles intoxicaciones alimentarias
La falta de seguridad alimentaria se ha convertido en una preocupación creciente para los organizadores de festivales a la hora de plantearse dejar a los usuarios meter comida de fuera.
Según el presidente de FOTUR, Víctor Pérez, permitir la entrada de alimentos y bebidas de fuera del recinto podría resultar en casos de intoxicaciones y enfermedades, que desencadenarían un dilema sobre quién debería asumir la responsabilidad en dichas situaciones.
“Imagínate que tú entras en el festival y te traes la comida y te intoxicas y nos culpas a nosotros. ¿De quién es la culpa, tuya o nuestra? ¿A quién le pedimos la responsabilidad civil, al seguro nuestro o a ti?”, afirma Pérez.
Los precios de las entradas y alimentos
Uno de los argumentos frecuentemente utilizados para criticar la práctica de muchos festivales de prohibir el ingreso de alimentos es el elevado coste de la comida y bebida disponibles dentro del recinto.
Sin embargo, el presidente de FOTUR destaca la relación entre el costo de las entradas y la calidad de los festivales. Argumenta que los eventos de la Comunidad Valenciana cuentan con cabezas de cartel equivalentes a los festivales europeos, pero las entradas son considerablemente más económicas, lo que permite un acceso masivo a la música en vivo.
Además, asegura que aunque los precios de los productos han experimentado un incremento notable en los últimos años, estos siguen “con los mismos precios en los negocios de los festivales”, buscando mantener la satisfacción de los asistentes.
Posibles denuncias de los consumidores
Pérez cree que es importante que todas las bases legales y condiciones de compra de entradas estén claramente especificadas en la página web de los promotores u organizadores, de manera que los usuarios tengan pleno conocimiento de sus derechos y ventajas al adquirir sus boletos. ‘Todo lo que sea ilegal tiene que denunciarse, el usuario tiene que primar su calidad y sus servicios’, asegura el presidente de FOTUR.
Todo apunta a que la división existente respecto a la introducción de comida y bebida en los festivales continuará hasta encontrar un equilibrio entre comodidad, seguridad y responsabilidad. Mientras tanto, el público y la industria aguardan una resolución que satisfaga a todas las partes involucradas, garantizando una experiencia musical inolvidable y sin riesgos.
“Tiene que primar la calidad y la seguridad“, manifiesta Pérez, que sostiene que “en la Comunidad Valenciana los festivales tienen que ser de calidad y no cantidad”.
