Una protesta en el barrio de San Marcelino de València ha condenado la “nefasta gestión” del concejal de Parques y Jardines del Ayuntamiento, Juanma Badenas, y del gobierno municipal que lidera María José Catalá, con “miles de alcorques sin árboles” en el año de la Capital Verde Europea y la “paralización de las inversiones” en jardines.
A la convocatoria han asistido varios ediles de Compromís y PSPV, que han instado a Catalá a “dejarse de ocurrencias” y “ponerse a trabajar” para impulsar una ciudad verde, según han informado ambas formaciones.
Por un lado, desde Compromís, Sergi Campillo ha denunciado que Badenas es un concejal que funciona “a base de ocurrencias, como fue la importación del abeto de alta montaña del norte de Italia a València y que, evidentemente, en dos meses se ha secado”.
Además, ha censurado la “gestión nefasta” de la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, con “miles de alcorques sin árboles” en el año de la Capital Verde Europea y la “paralización de las inversiones” en jardines como en el caso de San Marcelino, donde existe “un proyecto ya aprobado por el gobierno de Joan Ribó y que el PP y Vox no saca a licitación” aun “teniendo dotación presupuestaria”.
Ante esta situación, Campillo ha instado a Catalá a “dejarse de ocurrencias” y “empezar a trabajar verdaderamente para impulsar una ciudad verde y saludable que pueda hacer frente a los retos del cambio climático”.
Desde el PSPV, Borja Sanjuán ha criticado la “absoluta vergüenza” que supone, a su juicio, que Badenas “se comprara su propio abeto de Navidad por una cuestión de vanidad”. “Se gastó más 10.000 euros de todos los valencianos y valencianas y, cuando le estorbaba en el centro, lo trajo a San Marcelino”, ha denunciado.
“Dijimos en ese momento que era un gasto innecesario y que, además, iba a acabar con el abeto como está: un abeto seco que nunca se podía haber acostumbrado a València. Y todo esto ha sucedido en el año de la Capitalidad Verde Europea”, ha expuesto.
Por ello, Sanjuán ha considerado “bastante esperpéntico” que en una Capital Verde Europea como València se traiga “una especie que nunca se iba a adaptar a la ciudad”. “Que se gaste más de 10.000 euros solamente para que ese señor –Badenas– se haga una foto y luego lo derive a un barrio de los que ellos consideran periferia para que se seque demuestra muy bien cuáles son sus prioridades: el postureo en la Navidad en el centro y la pesadilla después de la Navidad para los barrios que no les importan nada”, ha agregado.
