La Generalitat va a duplicar la longitud de los puentes sobre el río Reatillo en Requena y Chera tras aumentar el cauce por las riadas del pasado 29 de octubre, unas obras que están en la última fase de reconstrucción y cuentan con una inversión de 2,9 millones de euros.
El conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, ha visitado la zona para conocer el avance de estas obras incluidas en el plan de recuperación de infraestructuras locales y ha señalado que «permitirán recuperar la conectividad entre municipios y restablecer el tráfico en caminos rurales esenciales para la movilidad local».
En el caso del puente de acceso a la aldea de El Reatillo, en Requena, ya se han instalado los nuevos marcos de hormigón que permitirán ampliar la capacidad del paso adaptándolo a la nueva anchura del cauce provocada por las riadas, según un comunicado de la Generalitat.
Actualmente, se trabaja en la integración de la estructura original con la nueva, en la protección del cauce y taludes con escollera, y en la reposición del pavimento y los servicios dañados.
En el conocido como puente de las Madroneras, en el camino de Chera a Siete Aguas, las labores se han centrado en la restauración de la antigua estructura, manteniendo los arcos y ampliándola al nuevo ancho del cauce. Debido a las dificultades del terreno, los marcos de hormigón han sido transportados en dos fases para facilitar su colocación.
Según ha señalado Martínez Mus, próximamente se completará la protección con escollera, se restaurará el firme y se conectará de nuevo con el vial.
Obras de reconstrucción en Sinarcas
El conseller también ha visitado Sinarcas para conocer el estado de las obras de reconstrucción de infraestructuras que se están haciendo en el municipio, donde ya se han instalado marcos prefabricados de hormigón para restablecer la conexión entre los dos márgenes de los cauces afectados y el acceso a las áreas recreativas de El Regajo y la del Charco Negro.
En total, la Generalitat destina 2,8 millones a estos trabajos tras asumir las competencias municipales de estas vías de titularidad local.
En el puente sobre el Regajo de San Marco, se conserva parte de las estructuras originales y se incorporan cinco marcos prefabricados que se asentarán sobre una base de escollera para garantizar su cimentación y no incrementar la velocidad del agua con el paso del flujo.
La luz que debe salvar la nueva infraestructura se ha ampliado hasta los 42 metros, incrementando la del puente existente en más de diez metros.
En el Charco Negro se ha generado una batería de nueve cajones prefabricados para comunicar ambas márgenes mediante un badén inundable, lo que supone unos treinta metros de infraestructura frente al pontón preexistente que apenas salvaba un ancho de seis metros.
Esta solución, ha explicado el conseller, «permitirá adaptar el paso al ensanchamiento del cauce provocado por las riadas y facilitará la movilidad entre los dos lados».