El Puerto de València vuelve a estar en el punto de mira de la actualidad informativa ante las “supuestas” presiones por parte de Esquerra Republicana de Catalunya y Junts per Catalunya para frenar la ampliación norte de esta infraestructura. Una condición que se sumaría a la de la amnistía para dar luz verde a una posible investidura del presidente del Gobierno en funciones y candidato socialista, Pedro Sánchez, según temen los empresarios valencianos.
Una ampliación que lleva meses bloqueada en el Consejo de Ministros a petición de la vicepresidenta del Gobierno en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz, partidaria al igual que sus socios de partido, Compromís, de que se realice una nueva declaración de impacto ambiental para ver las afecciones para el litoral valenciano.
En este sentido, la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) ha mostrado su preocupación e inquietud de que el puerto de la capital del Túria pudiese convertirse en “una moneda de cambio” en el pacto de Sánchez con las formaciones independentistas y ha mostrado su “total apoyo” al proyecto de construcción de la terminal norte.
“Esperamos que una infraestructura clave como ésta no se utilice, de forma directa o indirecta, como moneda de cambio en ningún tipo de negociación política. Dos formaciones catalanas no pueden condicionar la decisión sobre una infraestructura clave para el futuro de la Comunitat Valenciana” señala el presidente de la patronal valenciana, Salvador Navarro.
“Esta tierra no se vende por los intereses de unos pocos”
En la misma línea se ha expresado, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, que ha lamentado “las presiones que recibe el PSOE para paralizar y frenar la ampliación norte del Puerto de Valencia”. “Digo las cosas con claridad, Sánchez no puede convertir Valencia y su puerto en la moneda de cambio para estar en Moncloa, Sánchez no puede vender Valencia al precio que él quiera”.
Para Catalá, que ha realizado estas declaraciones tras su visita a la Junta Municipal de Ruzafa, “no podemos otorgar y no vamos a tolerar esa venta a partidos minoritarios, radicales y sectarios que lo único que quieren es mermar las posibilidades de nuestra ciudad y su Puerto”. “Puedo hablar por el presidente de la Generalitat y el presidente de la Diputación y por el presidente de mi partido a nivel nacional, no vamos a tolerar que Valencia sea motivo de negociación para nada, ni para Junts ni para ERC” ha añadido.
“Esta es una tierra que se respeta, por la que sus vecinos han peleado mucho y que siempre han sido leales a España y esta tierra no se vende por los intereses de unos pocos y, mucho menos, por los intereses de independentistas radicales y sectarios que lo único que quieren es que el Puerto de Valencia merme sus posibilidades para que el puerto de Barcelona nos adelante”, ha concluido María José Catalá.
El Consell no permitirá que “se ponga en tela de juicio” la competitividad del Puerto
Por otro lado, la portavoz del Consell, Ruth Merino, al ser preguntada por la posición del gobierno valenciano en este tema ha asegurado con “contundencia” que “no van a permitir que Puerto sea una moneda de cambio en las negociaciones para conseguir los votos para una investidura“.
“Es un tema que viene de lejos. El Puerto siempre ha estado en el punto de mira y se han puesto trabas a la evolución, ampliación y consolidación de este puerto como un referente en el mediterráneo como tiene que ser” ha destacado la consellera, al mismo tiempo que ha incidido en que “no vamos a consentir que por conseguir los votos se ponga en tela de juicio la competitividad e importancia que tienen este puerto para todos los valencianos”.
Sobre si el gobierno valenciano tiene constancias de que estas presiones se están produciendo, Merino ha explicado que “no tenemos una noticia fehaciente, pero nos consta que este tipo de temas normalmente son moneda de cambio para beneficiar algunos territorios en las negociaciones, y no queremos que la Comunitat Valenciana salga perjudicada utilizando el Puerto como moneda de cambio”.
