Las obras de reconstrucción del puente sobre el río Magro en la CV-422, en el término de Turís, encaran ya la fase final previa a la reapertura de esta infraestructura, que conecta de manera directa el núcleo poblacional con las urbanizaciones de Altury y La Cañada.
La diputada provincial de Carreteras, Reme Mazzolari, ha anunciado que «en algo más de un mes, si no fallan las previsiones, se culminará esta obra que ha sido prioritaria para la Diputació, como demuestra el hecho de que las obras comenzaran apenas días después del paso de la dana, hace ya cinco meses», según ha indicado la institución provincial en un comunicado.
Mazzolari ha subrayado la «especial dificultad de esta obra, ya que los destrozos sobre el barranco han provocado que se amplíe a más del doble de ancho el cauce original». «Eso implica no solo reparar lo que estaba dañado, sino construir un nuevo puente con mayor longitud y amplitud para conectar las dos partes, porque esta infraestructura quedó aislada en medio de la nada», ha edtallado.
«A esto se le han sumado los problemas técnicos derivados de la llegada de agua procedente del embalse de Forata durante las obras de reconstrucción, que inundaban las cimentaciones; por lo que se ha coordinado con los técnicos de la CHJ para que esto no derivara en un retraso en la apertura del puente», ha apuntado.
La también vicepresidenta segunda de la Diputació ha señalado que, «en un primer momento se estudió la posibilidad de construir un paso provisional, algo que se descartó de acuerdo con el Ayuntamiento, porque se trataba de una obra muy compleja que iba a retrasar mucho la reconstrucción definitiva».
«El objetivo es que, cuanto antes, los vecinos de las urbanizaciones de la zona recuperen la conexión directa con el pueblo, ya que ahora tienen que rodear por otras carreteras locales», ha agregado.
Actuaciones de reconstrucción
Los trabajos de reconstrucción permitirán reconectar los dos márgenes del barranco que han quedado «mucho más separados» de lo que estaban en origen, reforzando la estructura existente y mejorando así la seguridad del entorno tras los daños causados por la dana.
Para ello, se han ampliado los cimientos de la infraestructura en el lado que da a Turís, protegiendo la zona con escollera para evitar nuevos deslizamientos o erosiones. En cuanto a la ladera del lado de Altury, la colocación de piedra y un tejido geotextil evita que los materiales se mezclen y garantiza la estabilidad del terreno.
Además, se ha acondicionado el cauce actual del barranco para proteger la carretera, desviando temporalmente el agua del río para poder rellenar las zonas que se habían erosionado. Por último, y en cuanto a la propia intervención sobre el puente antiguo, se han demolido partes dañadas y regularizado las superficies para poder colocar los nuevos elementos estructurales que completarán la actuación.