Cuando era pequeño mi padre siempre me comentaba que allá hacia San Salvador (6 de agosto) o San Lorenzo (10 de agosto) tenían que empezar a producirse las primeras tronadas del verano (él día las primeras señales de otoño) para ir bien y hacer buena cosa de esclatasangs (robellones) en otoño.
La nueva realidad climática hace que por ese fechas lo más normal se que estemos inmersos en una de calor soñando en la ardor y rogando porque empiece a hacer menos calor en breve.
El último fin de semana nos ha traído cambios. Hemos agradecido las primeras señales que el verano quiere empezar a despedirse. Precipitaciones localmente intensas o muy intensas y localmente acompañadas de piedra de gran tamaño, pero al fin una lluvia muy bienvenida.
La semana empieza teniendo que soportar el mistral, que en el norte soplará con fuerza, pero con temperaturas mucho más frescas que nada tienen que ver con las de hace tres o cuatro días.
Las temperaturas serán bien frescas al empezar el día por todas partes. El ambiente se mantendrá fresco en el norte y por el interior pero en el centro del día en la costa el viento de mistral acabará dejando las temperaturas más altas.
Mañana martes todavía soplará el mistral hasta mediodía en el norte con rachas moderadas pero acabará encalmando a partir de mediodía y de cara por la tarde. La entrada del viento de siroco en la costa y en el sur hará que las temperaturas bajen pero subirán por el interior.
El miércoles será de nuevo un día más fresco con nubes a la costa y chubascos débiles en la mitad sur de la Comunitat y acabaremos el mes de agosto y empezaremos el de septiembre con el tiempo estable y temperaturas un poco más altas pero sin tener demasiado calor.
