Las decenas de cauces y barrancos por los que discurrieron las riadas del pasado 29 de octubre siguen siendo una de las evidencias más obvias de la magnitud de la tragedia y de la devastación que supuso; su reparación y consolidación exigirá una inversión superior a los 220 millones de euros, pero también una mirada al pasado y a proyectos olvidados, como la conexión de La Saleta al Plan Sur.
Plan Sur
El conocido como Plan Sur, un cauce artificial de hormigón de 13 kilómetros, fue construido entre 1958 y 1972 tras la riada del Túria 1957 y ahora se plantea que pueda asumir también los flujos que, de forma natural, llegaban a esa zona del sur de València desde otros cauces.
La Confederación Hidrográfica del Júcar, principal responsable del estado de los cauces y barrancos, ha puesto en marcha tras las riadas 17 obras de emergencia -divididas en 570 actuaciones- que implican una inversión de más de 220 millones de euros.
Según informan desde este organismo estatal, todas las obras de emergencia se encuentran en marcha, aunque con diferencias en el grado de ejecución, ya que se han priorizado aquellas que garantizan el abastecimiento a toda el área metropolitana de Valencia (Canal Júcar-Turia), el riego de más de 24.500 hectáreas en Llíria y la seguridad de la población ante futuros episodios de grandes avenidas.
Entre estas obras de seguridad se encuentra la extracción de lodos y reparación de daños en la presa de Forata, la restauración y reconstrucción del barranco del Poyo, y la reparación de daños en el tramo bajo del Júcar o en todo el tramo bajo del Turia.
Júcar-Turia
En estos momentos los trabajos se centran en la construcción del acueducto definitivo en el barranco de la Horteta y en la finalización del baipás soterrado en el Poyo. Esta actuación cuenta con un presupuesto de 30 millones de euros y la previsión es que la obra esté totalmente terminada para el primer trimestre de 2026.
Forata
La reparación de la presa y el trabajo de extracción de lodos supone una inversión de 6,5 millones. El hito más importante de esta obra de emergencia llegó a finales del mes de julio, cuando se devolvió la operatividad de la toma de riego de la presa, que permanecía taponada desde el mes de octubre debido al gran volumen de sedimentos.
Los esfuerzos se centran ahora en la adecuación de las vías de servicio y de acceso hasta el embalse dañadas durante la DANA y la reconstrucción del cuenco amortiguador de la presa.
Barranco del Poyo y tributarios
Se han proyectado decenas de intervenciones a lo largo de cerca de 40 kilómetros de cauces entre Chiva y Catarroja, incluyendo también otros barrancos como el Gallego o la Horteta.
La inversión total de esta actuación, que realmente se divide en dos obras de emergencia, ronda los 46 millones de euros y se centra, principalmente, en reconstruir y ampliar la capacidad de los taludes más afectados por la avenida.
En muchas de las actuaciones se ha optado por mejorar su estabilidad a través de escollera, similar a la de los espigones marítimos, y material drenante.
Daños en el SAIH
La obra de emergencia para la reparación de daños producidos en el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) cuentan con una inversión estimada de 22,5 millones de euros, y comenzó días después del 29-0 con la instalación de caudalímetros provisionales en los cauces donde el paso del agua arrastró los existentes.
Posteriormente, los sensores serán sustituidos por los definitivos conforme se vayan reparando las estaciones de aforo o las infraestructuras sobre las que estaban instalados.
Al mismo tiempo, se trabaja en la mejora del sistema de telecomunicaciones, en la puesta en marcha de nuevos puntos de control en tramos fluviales y la implantación de un Sistema de Alerta Temprana (SAT) para mejorar la capacidad de previsión ante episodios de avenida e inundaciones.
Proyecto piloto
Se trata de un proyecto piloto que se centra en las zonas más afectadas por el episodio extraordinario del 29 de octubre: el río Magro, la cuenca del Poyo y el tramo bajo del río Turia; y que será ampliado hasta desplegar un sistema integral de alerta que cubra toda la Demarcación Hidrográfica del Júcar.
Si bien ya están finalizadas las motas del bajo Júcar, quedan pendientes varios tajos en el tramo bajo de la rambla del Poyo, entre Torrent y l’Albufera
Esta obra de emergencia cuenta con un presupuesto cercano a los 10 millones de euros y es esencial en la seguridad de un gran número de poblaciones.
Además de las referidas actuaciones, la CHJ ha invertido unos 30 millones de euros en la retirada de tapones y elementos obstructivos en los cauces, otros 44 en la reparación de daños en el cauce del Magro y sus afluentes (Utiel, Requena, Buñol, Yatova, Macastre, Alborache, Turís, Montroi, Montserrat, Real, Algemesí, entre otras).
En este último apartado destaca la obra de defensa que se está realizando para proteger el núcleo urbano de l’Alcúdia y el acondicionamiento del lecho y protección de la margen izquierda del río magro en Carlet.
Desvío de La Saleta al Plan Sur
Respecto al desvío del barranco de la Saleta al nuevo cauce del Turia, que tendrá un coste estimado de 55 millones de euros, el proyecto se publicó en el BOE el pasado 9 de octubre, a efectos de expropiaciones, y se encuentra en proceso de información.
El proyecto implica la construcción de una nueva conexión hidráulica entre la A-3 y el actual cauce del Túria con tramos soterrados de cerca de cuatro kilómetros bajo los cascos urbanos de Alaquàs y Aldaia, una vía verde hasta Xirivella y su conexión con el conocido Plan Sur (actual desembocadura del Túria).
Según el Ministerio para la Transición Ecológica, estas obras permitirán un nivel de protección de hasta 500 años de periodo de retorno.
En cuanto haya disponibilidad presupuestaria, señalan desde la CHJ, se podrá sacar a licitación, de modo que se trabaja con la previsión de que este paso pueda llegar durante el primer trimestre de 2026.
Restos de proyectos relacionados
Respecto al resto de proyectos relacionados con la reducción del riesgo de inundación en el barranco del Poyo y que supondrían una solución integral para toda la cuenca, actualmente se encuentran en un proceso de estudio y actualización con el objetivo de adaptarlos a la situación actual y a la experiencia adquirida durante la DANA del 29 de octubre de 2024.
Por lo que respecta al Júcar, la previsión que se maneja desde la CHJ es que en los próximos meses (y hasta el primer trimestre de 2026) se puedan aprobar técnicamente y licitar los cinco proyectos planteados para la reducción del riesgo de inundaciones.
Estos proyectos cuentan con presupuesto de 44 millones y son: Adaptación al riesgo de inundación del Bco. Barxeta (Fase I y II); Adaptación a la inundabilidad del Barranco de la Casella y mejora de su capacidad; Elementos estructurales de protección contra inundaciones del núcleo urbano de Cogullada; y Zona de laminación natural en la confluencia del Barranco Casella–Barxeta.
Por su parte, la Generalitat anunció recientemente una inversión de 25 millones para la reparación de cauces urbanos, competencia de los ayuntamientos, en: Alborache, Alcàsser, Algemesí, Alginet, Alzira, Benifaió, Beniparrell, Buñol, Calles, Carlet, Catarroja, Caudete de las Fuentes, Chera, Cheste, Godelleta, Guadassuar, l’Alcúdia, Llíria, Montroi, Montserrat, Picassent, Requena, Sot de Chera, Torrent, Turís, Utiel, València y Yátova.
Al margen de estas actuaciones, en Aldaia se han instalado barreras de acero para la contención de futuras inundaciones en nueve calles aledañas al barranco de La Saleta.
