El alcalde de València y candidato a la reelección, Joan Ribó, ha anunciado esta mañana que el próximo mandato el Ayuntamiento construirá un cementerio de animales de compañía junto al Cementerio General con el objetivo de que los valencianos y valencianas puedan enterrar a sus mascotas en “un entorno amable y visitarlas siempre que lo deseen”. Está previsto también que en el mismo recinto se incluya también un crematorio de animales.
Ribó acompañado de la actual concejala de Bienestar Animal, Gloria Tello, y por la número 2 de la lista de Compromís, Papi Robles, ha visitado la parcela donde se situará esta futura instalación, entre el parque de la Rambleta y el Cementerio General, y en la que se construirá, según ha explicado el dirigente valencianista, un jardín y zona verde para poder pasear y contrarrestar la “imagen triste y gris” de los cementerios tradicionales.
“Hay varias ciudades europeas, como París, Viena o Edimburgo que ya tienen cementerios de mascotas y queremos que València sea la siguiente” ha afirmado el alcalde Joan Ribó, que también ha destacado que en la capital hay censados más de 155.000 perros y gatos, “un dato muy importante que dice mucho del cariño a los animales que tenemos los valencianos y las valencianas“.
Cenizas debajo de los árboles
Se destinarán exclusivamente a animales incinerados y las urnas, que serán biodegradables, se enterrarán bajo hileras de árboles de poca altura, por lo que la iniciativa contribuirá también a arborizar esta zona de la ciudad. Se podrán depositar las cenizas de las defunciones que se produzcan una vez esté en funcionamiento el cementerio o, si se han producido con anterioridad, siempre y cuando hayan sido custodiadas y sean depositadas en urnas compostables, a fin de que la iniciativa no provoque ningún perjuicio al medio ambiente.
En este sentido, Tello ha explicado que “la ley sanitaria exige que todos los animales de compañía sean incinerados cuando mueren, y existen dos opciones, recuperar las cenizas o no. Hasta ahora mucha gente no las recuperaba porque no sabía qué hacer con ellas, con esta iniciativa estamos convencido. “La idea es empezar por una instalación suficiente para los próximos años pero con posibilidades de crecer si es necesario” ha precisado Ribó.
Aunque la cifra de la inversión necesaria es muy estimada, se ha calculado que el proyecto tendrá un coste que podría rondar los 200.000 €, a falta de realizar un estudio formal que tenga en cuenta todas las circunstancias. Desde Compromís defienden que esta iniciativa supone un reconocimiento a la compañía y el aprecio que los animales aportan a nuestras vidas.
