A la misa exequial en El Vaticano han asistido unos 50.000 jóvenes, familias, religiosos y delegaciones de Italia y Alemania con pancartas, entre otros.
Aunque no hay publicado ningún plan al efecto, expertos en protocolo del Vaticano asumen que sus rituales se asemejarán mucho a los de un obispo retirado de Roma.