El Ayuntamiento de València ha presentado alegaciones, un total de seis, al proyecto que contempla el encauzamiento del barrando de la Saleta hacia el nuevo cauce del Turia y ha pedido que se diseñen «las actuaciones necesarias para elevar el nivel de protección contra las crecidas» de este río teniendo en cuenta la capacidad de ese lecho.
El consistorio ha subrayado que estas alegaciones son «exclusivamente técnicas» y que se circunscriben también únicamente al término municipal de la capital valenciana, sin entrar «en otros tramos» que afecten a otras poblaciones, al tiempo que ha reiterado que sus matizaciones «no son una oposición a una infraestructura» sino una petición para que se garantice seguridad.
Alegaciones «exclusivamente técnicas»
«Estamos solo alegando en cuanto a la afección de este desvío del barranco de la Saleta al nuevo cauce en el término municipal de València y, concretamente, en la partida de Faitanar. Son alegaciones exclusivamente técnicas, hechas por técnicos del Ayuntamiento de València».
Así lo ha indicado el edil de Residuos, Mejora Climática y Gestión del Agua en este consistorio, Carlos Mundina, en la rueda de prensa que ha ofrecido para presentar las alegaciones planteadas por esta administración local al Estudio de Integración Paisajística del Proyecto de Acondicionamiento del barranco de la Saleta en el tramo Aldaia-nuevo cauce del río Turia tras haber sido remitido por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y expuesto públicamente.
Mundina ha detallado que la primera alegación está relacionadas «con lo que supone el Plan contra Inundaciones de l’Horta Sud, que comprende no solo el desvío del barranco de la Saleta sino también el del barranco del Poyo», tras lo que ha resaltado que la llegada de ambos al nuevo cauce «podría suponer aportaciones hídricas adicionales de 830 metros cúbicos por segundo –130 por la Saleta y 700 por el Poyo– los aportes al lecho actual del Turia» y de este modo «una disminución significativa del nivel de protección» de este.
Elevar la protección del río Turia
El edil ha señalado que teniendo en cuenta esta circunstancia, el consistorio de la capital valenciana ha instado a «diseñar las actuaciones necesarias para elevar el nivel de protección contra las crecidas del río Turia hasta su capacidad máxima» en el nuevo cauce.
«No es una oposición a la infraestructura sino que pedimos que se adopten las medidas correctoras que aseguren que las aportaciones de caudales, como los de la dana del pasado 29 de octubre, no afecten a las poblaciones de València, ni a las tres pedanías que se vieron afectadas –por las inundaciones ocasionadas por ese temporal: la Torre, Castellar-l’Oliveral y Forn d’Alcedo–, ni tampoco el margen izquierdo del río y la propia ciudad», ha remarcado Carlos Mundina.
El responsable municipal ha manifestado que «València siempre exigirá salvaguardar y preservar la seguridad de las personas residentes y de su término municipal, en concreto, de los centros urbanos consolidados, de las pedanías y de las edificaciones y viviendas que se encuentran dispersas a lo largo de la huerta».
EDAR
Además, el consistorio valenciano pide en sus alegaciones que se tomen las medidas necesarias para impedir la entrada de agua desde el Túria al barranco de la Saleta, así como que la construcción de dos muros laterales de contención para evitar inundaciones no genere «remansos o escorrentías» de agua que pueden afectar a «una infraestructura crítica como es la EDAR –Estación Depuradora de Aguas Residuales– de Quart Benager y a las casas diseminadas que existen en la partida de Faitanar».
El concejal ha asegurado que «cualquier anomalía que se pueda producir en la EDAR de Quart Benager, evitando el correcto funcionamiento del proceso de depuración, generará vertidos no adecuados al medio receptor» y que no se pueda «utilizar el agua de salida de la planta para reutilización».
«Por eso también formulamos estas alegaciones y exigimos un estudio más exhaustivo de esta solución», ha apostillado el concejal. «Se deberá hacer un estudio exhaustivo de la solución de la conexión, tanto con el cauce nuevo como una vez cruzado la V-30, para determinar y eliminar las afecciones que puedan generar la citada obra de fábrica tanto en el nuevo cauce como antes del cruce con el vial de la V-30», ha expuesto.
En una cuarta alegación, el Ayuntamiento plantea que no se supriman las conexiones longitudinales verdes previstas en el proyecto inicial, para aclarar «acceso de vehículos de emergencia», entrada «para cualquier actuación que se deba realizar en dicha infraestructura» o «accesos a las propiedades de los campos que van a verse atravesados» por el desvío.
Acequias
En quinto lugar, el consistorio reclama «la reposición de las acequias y de las infraestructuras hidráulicas» que se vean afectadas. «Este desvío produce el corte de infraestructuras y de acequias que deben ser repuestas», ha apuntado Mundina.
Finalmente, desde esta administración local se pide que se tenga en cuenta la afección de las nueva infraestructura de encauzamiento «a dos acequias fundamentales, la de Favara y la del canal del Turia, que discurren paralelas a la V-30», para su mantenimiento, incluir sifones y para evitar que sufran obstrucciones y se puedan dar inundaciones.
Igualmente, desde el Consell Agrari Municipal de València también se alegará a la Confederación Hidrográfica del Júcar para que tenga en cuenta la posible afección del proyecto de encauzamiento del barranco de la Saleta hacia el nuevo cauce del Turia en la red de acequias de la huerta que están dentro de este término municipal.
«Hay que procurar velar por la seguridad de las personas, de nuestros vecinos y de nuestras pedanías y también de la ciudad», ha insistido Carlos Mundina, que ha asegurado que esa salvaguarda es el planteamiento que «siempre» ha defendido el consistorio de la capital valenciana.