Los concejales de Urbanismo, Juan Giner, y Turismo, Paula Llobet, en el Ayuntamiento de València han iniciado una ronda con todos los sectores implicados en la normativa de alojamientos turísticos en la ciudad, y se han reunido en esta jornada con la patronal hotelera Hosbec para darles a conocer el borrador de esta norma que desde el consistorio subrayan que es «pionera» en España y la «más restrictiva» para estos apartamentos.
Al encuentro ha asistido la alcaldesa de València, María José Catalá, quien ha asegurado que al llegar al gobierno del consistorio se encontraron con una situación «de muchísima preocupación» porque, ante «la inacción y la desidia» del anterior gobierno de PSPV y Compromís, la ciudad «llegó a tener una oferta en las diferentes plataformas de apartamentos turísticos de más de 11.400, de los cuales solo 1.800 tenían licencia municipal«.
Catalá ha señalado que «el hecho de no hacer inspección, de no hacer normativa y el bloquear más de cien licencias de hoteles llevó a esta ciudad a tener una oferta de apartamentos turísticos desbordada e incontrolada. Ahora nos toca regular por no hacer nada en los últimos ocho años y también activar una plan de inspección de toda la actividad ilegal y cerrarla», ha detallado en un comunicado.
«Para nosotros el turismo es necesario pero queremos que sea de calidad, tranquilo y que permita al vecino de València vivir en su ciudad. No quiero ser la alcaldesa de una ciudad de apartamentos turísticos; quiero ser la alcaldesa de una ciudad donde se pueda vivir y tengamos un turismo de calidad y controlado, donde en los barrios siga el comercio tradicional y se pueda seguir viviendo. Ese es el objetivo y por ello esta normativa que hemos aprobado», ha trasladado a Hosbec.
Tanto Giner como Llobet han explicado la nueva regulación de alojamientos turísticos en la ciudad de València, la primera normativa que se aplicará ya que denuncian que el gobierno de PSPV y Compromís «dio barra libre para la proliferación de apartamentos turísticos al no tener normativa ni realizar inspecciones, mientras tenía bloqueadas más de cien licencias para implantar hoteles en la ciudad».
El concejal de Urbanismo ha explicado que, para conseguir una licencia, los apartamentos se deberán pasar hasta cinco filtros de candados o limitaciones «para que su implantación sea sostenible y evitar una saturación a la que se ha llegado en algunos barrios. La ciudad solo permitirá en los barrios que el 2% de las viviendas se destinen a alojamientos turísticos y se impondrán hasta cuatro mecanismos para restringir «aún más» la proliferación de alojamientos turísticos en la ciudad. De esta forma, el 98% de los inmuebles en cada barrio serán de uso residencial o destinado al comercio/ocio.
No se podrá destinar a apartamento turístico un piso en una comunidad de vecinos y los bajos tampoco se podrán utilizar si la comunidad de vecinos los rechaza, pero debe registrarse en los estatutos de la comunidad; deberán estar por debajo de viviendas de uso residencial o en edificios completos y el Ayuntamiento obliga a los que estén en primera planta a tener acceso independiente de la finca.
«Esta normativa busca proteger al vecino, priorizar el uso residencial (la vivienda) y el comercio de proximidad (peluquería, cafetería, farmacia, clínica dental, el gimnasio, guarderías infantiles, etc) apostando por un modelo turístico sostenible y de calidad», ha indicado Juan Giner.