lunes, 4 noviembre 2024

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Valencia vive una noche de llena de atrapados y héroes anónimos ante la saturación del 112

Los servicios de emergencia viven una noche intensa de rescates y tratando de acceder a las zonas más afectadas por las inundaciones

¿Que haces cuando estás en una situación de emergencia y el 112 no te contesta? Es una pregunta de difícil respuesta que centenares de personas se han hecho durante la pasada tarde y noche. Gente subida encima de un camión en la V-30 a la intemperie, padres caminando con un hijo en brazos por el bypass con el agua por las rodillas o una subida desesperada a una gasolinera de Alfafara son solo algunas de las historias desesperadas que sus protagonistas involuntarios contaban en las redes sociales como único altavoz de ayuda.

Al otro lado miles de familiares y amigos que no sabían nada de los suyos: “hace cuatro horas que no sé nada de mi marido”. En algunos casos, como en muchos municipios del interior de la provincia cayeron la luz y las comunicaciones. El destino de municipios enteros era una incógnita durante horas, numerosos usuarios se preguntaban que podría haber pasado con sus seres queridos en municipios como Godelleta. No salía en los telediarios pero no había forma de comunicarse con ellos.

No cayó el 112, pero no hay sistema capacitado para miles de llamadas.

Miles de personas llamaban, algunas porque estaban atrapadas en sus casas con un coche bloqueando la puerta, otros atrapados en un vehículo e incluso ancianos de una residencia que no podían mover su silla de ruedas mientras el agua les subía hasta la cintura. La desesperación crecía por minutos y las baterías de los móviles se agotaban. No hay sistema capacitado para canalizar tantas llamadas en un plazo tan corto de tiempo.

Muchos recurrieron a etiquetar a @GVA112 en sus comunicados en X. La noche se hacía muy larga mientras tanto el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat hacía frente a una situación sin precedentes desde la ríada de 1957. El sistema esAlert sonaba en los móviles de Valencia a las 20h, pero ya mucha gente estaba atrapada en las carreteras en ese momento.

La noche dio paso al fatal desenlace: “se han encontrado cuerpos sin vida”

Las palabras del President de la Generalitat a medianoche confirmaban el peor de los temores al afirmar que había un número indeterminado de personas fallecidas. Tanto para las personas afectadas como para aquellos héroes anónimos que ofrecieron o bien a su paso en la calle o a través de las redes transporte, techo y comida a los afectados la prioridad era claramente la supervivencia.

No faltaron numerosos momentos de solidaridad valenciana: desde particulares en las redes dando difusión a gente que buscaba a los ocupantes proporcionando un número de matrícula hasta programas nacionales de televisión que se hacían eco de señales de socorro de particulares en las redes sociales.

Noche de rescates con los ojos puestos en el Túria

Mientras tanto el agua seguía bajando del interior y el cauce del Turia se llenaba de una forma insólita, la gran estructura de los años 60 del “plan sur” sufría su examen más riguroso. El caudal subía y empezaba a poner en riesgo la pedanía de Pinedo. La pedanía fue evacuada durante la noche como medida preventiva. Pese a un ligero desbordamiento en la zona en el barrio de la Torre, el cauce pasó la prueba de la naturaleza. La capital quedaba a salvo.

Las labores de rescate han sido largas y tediosas durante toda la noche: efectivos de los diferentes cuerpos de emergencias actuaban en los municipios del l’Horta y de la Serranía. Pese al trabajo incansable se iban alargando las horas y todavía había atrapados a la intemperie que hacían frente a los elementos en tejados o los que tenían suerte bajo techo.

Entre los propios efectivos de emergencia ya se sobreentiende que hay un número de víctimas elevado. La denominada visión de túnel obliga a centrarse en la siguiente persona a salvar. Algunas comisarías de la comarca de l’horta han llamado a sus cuarteles vecinos para interesarse y ofrecer su apoyo moral mientras todas vigilaban que el agua no diera más sorpresas.

Con el pasar de las horas se ha ido reduciendo el número de personas a rescatar, algunas por la llegada de las unidades de salvamento y otras porque la bajada del nivel del agua permitía que pudieran volver a salir por su propio pie. Dejando a atrás un amasijo de coches ahora totalmente inservibles.

Con la salida del sol continúan los rescates

Toda la sociedad valenciana contiene el aliento, hasta que el último no vuelva a casa no tendremos una cifra final de víctimas mortales. Solo entonces podremos llorar a los que hemos perdido. Tiempo habrá de ver si se pudo hacer algo para evitarlo, pero ahora cada esfuerzo de los cuerpos de seguridad es devolver a todos a casa. La política ya vendrá después.

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