El Ayuntamiento de Villanueva de Castellón ha decidido llevar su batalla por la denominación oficial del municipio hasta el Tribunal Supremo. La localidad, que desde 2018 adoptó oficialmente el nombre en valenciano «Castelló», busca mantenerla pese a los intentos de revertirla.
Un conflicto lingüístico y administrativo
La controversia comenzó tras la decisión de la Generalitat Valenciana de validar el cambio de nombre a «Castelló» como única forma oficial. Sin embargo, sectores de la población y partidos de la oposición han recurrido la medida, argumentando que se debe conservar el nombre bilingüe o restablecer el original en castellano.
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) falló en contra del cambio exclusivo al valenciano, lo que ha obligado al consistorio a llevar el caso al Tribunal Supremo para defender la denominación aprobada en 2018.
Apoyo institucional y respuesta ciudadana
Desde el Ayuntamiento insisten en que la denominación en valenciano respeta la identidad histórica y cultural del municipio, alineándose con otras localidades que han oficializado su nombre autóctono. Además, consideran que la sentencia del TSJCV atenta contra la autonomía municipal y la normalización lingüística del valenciano.
La disputa ha generado un amplio debate en la población, con opiniones divididas entre quienes apoyan la oficialidad exclusiva de «Castelló» y quienes defienden la cooficialidad o el retorno a «Villanueva de Castellón«.
El Supremo tendrá la última palabra
Ahora, el Tribunal Supremo deberá pronunciarse sobre la legalidad del cambio de nombre y determinar si la decisión de la Generalitat Valenciana se ajusta a derecho. Mientras tanto, el municipio continúa usando «Castelló» en su documentación oficial, a la espera del fallo definitivo.
