El selectivo español cerró en 2023 el mejor año desde 2009 al experimentar una subida anual del 22,7%, convirtiéndose así en la bolsa con mayor crecimiento de Europa. Sin embargo, los pronósticos para 2024 vaticinan un crecimiento más suave.
Pese a los augurios que no daban mucho pie al optimismo, el IBEX 35 cerró el año precedente a toda mecha, superando la barrera psicológica de los 10.000, al alcanzar concretamente los 10.102 puntos.
Por su evolución, fue el índice europeo con mejor comportamiento del año, por encima de los selectivos de Fráncfort, París o Londres. Aunque la cotización bursátil no esté siempre perfectamente conectada con la economía real, lo cierto es que en este caso la bolsa española reflejó la fortaleza de la economía nacional en contraste con la de los principales países europeos, al menos en lo que a cifras macroeconómicas como el crecimiento PIB se refiere. Al margen de la existencia también de buenos datos en la creación de empleo.
Con todo, los especialistas bursátiles señalan a otras causas que explicarían estas alzas del índice español, al tiempo que también han establecido sus predicciones para este 2024, que ya se puede anticipar que no ha empezado con la misma pujanza que hubo el año anterior.
¿Por qué la bolsa española batió récords en 2023?
El IBEX no había cerrado un ejercicio similar desde 2009, cuando experimentó un 30% de alza en un contexto muy distinto al actual, en el año posterior a la quiebra financiera de Lehman Brothers, que significó un importante efecto rebote con respecto al cataclismo de 2008.
Entre los motivos para el espectacular crecimiento de casi el 23% de 2023 los expertos destacan la anticipación de las bajadas de tipos de 2024, por lo que estaríamos ante algo muy habitual en el mundo de las bolsas como es la previsión de futuras noticias, lo que diluye su efecto cuando estas se producen realmente.
Se trataría del clásico fenómeno de ‘comprar con el rumor y vender con la noticia’, que es una vieja máxima a la hora de operar en bolsa. Solo que las previsiones en el sentido de un abaratamiento del precio del dinero parecen bastante acertadas, a tenor de los movimientos a un futuro próximo que se van anticipando en el Banco Central Europeo, toda vez que la inflación parece controlada, el gran caballo de batalla que había inducido a las grandes subidas de tipos, por parte tanto de la Reserva Federal estadounidense como de la entidad regulatoria del Euro.
El tirón del sector del turismo, los bancos e Inditex
Además, como explicación específica del frenesí bursátil español, habría que poner en valor el tirón de empresas cotizadas de sectores como el turístico, que ha repuntado con mucha fuerza en el país una vez dejadas atrás las restricciones y reticencias pandémicas a viajar. De ahí, las relevantes revalorizaciones de los títulos de compañías como Amadeus, Meliá e IAG.
A esta pujanza se unieron también las entidades bancarias, que precisamente estos días han ido presentado cuentas de resultados con ganancias récords, desde el Banco Santander hasta la Caixa. Tanto el primero como el BBVA registraron importantes revalorizaciones bursátiles en 2023, en volandas de las subidas de tipos y su operativa en Latinoamérica.
Aunque si hay una empresa que ha pulverizado todas las plusmarcas ha sido sin duda Inditex, gracias a unos beneficios impresionantes, que se han traducido un balance muy positivo en la cotización, con una subida de más del 60% del valor de sus acciones.
Enseñanzas de 2023 en el ámbito bursátil y qué cabe esperar para 2024
Los especialistas destacan la capacidad de resiliencia de bolsas como la española en un contexto difícil, presidido por los tipos altos y sobre todo por un escenario internacional repleto de convulsiones geopolíticas.
Con todo, los mismos expertos señalan que es difícil que se repita esa misma evolución en 2024, primeramente por la anticipación previa en el selectivo del cambio de política monetaria, y especialmente por la moderada perspectiva de crecimiento para toda la zona Euro, España incluida, en un contexto que también emerge repleto de incertidumbres, tanto a nivel nacional como internacional. De hecho, lo que llevamos de 2024 no hace sino confirmar esos pronósticos. En cualquier caso, lo que es indudable es que la efervescencia será máxima como siempre.
