La Guardia Civil ha abierto una investigación tras el hallazgo de un cadáver calcinado en un paraje del término municipal de Oliva. Por ahora no se han facilitado datos sobre la identidad de la persona ni sobre el punto exacto donde fue localizada. Los investigadores trabajan con cautela para preservar las diligencias.
Según informaciones difundidas a nivel local, el cuerpo habría sido encontrado por senderistas en la zona de la montaña de La Creu, una pinada próxima al casco urbano. El estado de calcinación complica una identificación visual inmediata. Por eso, obliga a apoyarse en pruebas forenses para determinar tanto quién es la víctima como la causa y el momento de la muerte.
Claves de la investigación
En esta fase inicial, los esfuerzos se centran en asegurar el escenario, recopilar indicios y realizar análisis periciales. La autopsia y los estudios de laboratorio serán determinantes para aclarar si se está ante una muerte accidental o violenta. También determinarán si el cuerpo fue trasladado o si el fallecimiento se produjo en el mismo lugar. La recogida de muestras y el examen del entorno permitirán valorar la existencia de acelerantes, señales previas de fuego o cualquier rastro útil para reconstruir lo sucedido.
No hay hipótesis oficiales comunicadas por el momento. El hallazgo en un área boscosa añade complejidad a la lectura de los indicios. Esto se debe más aún al incendio registrado en esa misma zona el pasado 4 de septiembre. Ese incendio obligó a movilizar medios aéreos por la proximidad de las llamas al núcleo urbano. Los investigadores deberán determinar si existe alguna relación con aquel episodio o si se trata de una coincidencia temporal sin conexión.
Hasta que haya resultados periciales, la prioridad es preservar la zona y evitar conclusiones prematuras. La información que arrojen la autopsia y los análisis sobre el terreno marcará los siguientes pasos de la investigación. Asimismo, ayudará a esclarecer la identidad de la víctima y las circunstancias del fallecimiento.
