El sindicato Acaip-UGT ha denunciado este lunes la «brutal agresión» a una trabajadora en el centro penitenciario de Picassent por parte de una interna considerada de alta peligrosidad, por lo que exige de nuevo la creación urgente de un protocolo «realista» para prevenir estas situaciones.
La Agencia EFE se ha puesto en contacto con Instituciones Penitenciarias y está a la espera de conocer su versión sobre estos hechos.
Hechos
Según relata el sindicato en un comunicado, los hechos ocurrieron en la tarde del pasado sábado, día 28, en el módulo 20 de la Unidad de Preventivos, que alberga a internas muy conflictivas, con un historial de incidentes graves o muy graves durante su trayectoria penitenciaria.
Durante el reparto de la cena, señala, la interna arrojó la bandeja al suelo y al intentar cerrar la puerta de la celda una de las funcionarias «fue agarrada violentamente por el cuello, introducida a la fuerza en el interior y agredida con golpes, mientras recibía amenazas de muerte» al grito de: «Hija de puta, te tengo que matar».
La situación pudo ser controlada únicamente gracias a la intervención de otras compañeras que lograron inmovilizar a la agresora, informa el sindicato.
La funcionaria, herida con múltiples contusiones en cuello, pecho y pierna, fue atendida en un centro hospitalario, donde se le colocó un collarín por una contractura cervical, y se le ha prescrito baja laboral durante varias semanas.
Antecedentes agresiones previas trabajadoras del centro
El sindicato señala asimismo que la interna implicada, que cuenta con antecedentes por agresiones previas a trabajadores del centro, volvió a amenazar el día siguiente gravemente a otras funcionarias con frases como: «Lo que le hice ayer a vuestra compañera no es nada comparado con lo que os voy a hacer a vosotras».
ACAIP-UGT denuncia que esta situación es «insostenible», agravada «por las graves deficiencias estructurales de seguridad del módulo que alberga a este tipo de internas».
Lamenta además que las agresiones al personal penitenciario han aumentado «de forma alarmante» en los últimos meses, por una política de gestión «buenista», impulsada por la Dirección General de Ejecución Penal y Reinserción Social, dirigida por Miguel Ángel Vicente Cuenca.
«Esta política permite que internos/as con un comportamiento violento permanezcan en módulos ordinarios, dificultando gravemente la convivencia y el trabajo de reinserción», añade.
Falta mecanismos eficaces de protección a los trabajadores
Advierte además de que la falta de mecanismos eficaces de protección deja a los trabajadores en una situación de «total indefensión», y los incidentes violentos se acumulan, con «ataques con objetos cortopunzantes, lesiones múltiples o amenazas graves».
«Las sanciones, cuando se aplican, no tienen carácter disuasorio y resultan insuficientes», lamentan.
Ante esta situación, exigen la creación urgente de un protocolo realista de prevención de agresiones, «que contemple no solo las agresiones físicas, sino también las amenazas, el acoso sexual o los intentos de agresión que muchas veces quedan fuera de las estadísticas oficiales por la falta de reconocimiento por parte de la Administración».
