“Una decisión con tantas consecuencias como esta, que modifica la calidad del servicio de la EMT y su coste, y tiene afecciones medioambientales y de contaminación acústica, así como al patrimonio de la ciudad, no se puede tomar a la ligera. Yo no lo hice y siempre dispuse de todos los avales técnicos y jurídicos, así como el visto bueno de todos los servicios”, apunta Grezzi.
“Por eso, pese al desprecio que me profesaba en sus declaraciones la extrema derecha, en 8 años de gobierno no pudieron tumbar ninguna de las actuaciones que mejoraron la ciudad. Ahora habrá que ver si desde el gobierno Català dispone del mismo respaldo o, ella sí, está haciendo lo que le da la gana para destrozar la ciudad”, explican desde la formación política.
Por ese motivo el concejal ha solicitado el acceso a los estudios técnicos realizados en la EMT que “justifiquen la necesidad técnica del cambio, expongan cómo éste va a afectar a las frecuencias de paso de cada una de las líneas y a su velocidad comercial, así como al tiempo de recorrido (no solo de las líneas que modifican su itinerario, sino también de las que permanecerán en la calle Colón disponiendo de un solo carril para circular)”.
Del mismo modo ha requerido también los estudios o informes que indiquen la cantidad de refuerzos técnicos y humanos a los que deberá hacer la empresa para no empeorar la frecuencia de las líneas afectadas (que no son solo las que cambian de itinerario, sino también las que permanecen en Colón con un único carril exclusivo para operar) o, en caso de no incorporar nuevos autobuses y conductores a esas líneas, indiquen el grado de deterioro del servicio que se pronostica.
Finalmente ha solicitado a los diferentes concejales titulares de los servicios municipales que deben informar los informes sobre las afecciones que tendrá esa modificación e incremento de tráfico por el centro de la ciudad, contrario a lo que establece el Plan de protección de Ciutat Vella, y que deberían ser como mínimo los de los servicios de Movilidad y Calidad y Análisis Medioambiental, Contaminación Acústica, así como el informe favorable preceptivo de la Comisión de Patrimonio imprescindible para avalar la medida.
“La alcaldesa aseguró ayer que la remodelación se había tomado a petición de una asociación de comerciantes, pero esa misma asociación ya ha salido hoy en un medio afín al gobierno PP-Vox borrándose de la medida y diciendo que ellos no habían pedido tanto, mientras que otras entidades como la Unión de Consumidores denunciaban que la medida se había tomado contra los usuarios sin tenerlos en cuenta”, añade Grezzi.
“Lo cierto es que Català está sola en esta locura, cuyo alcance ni siquiera conocía ayer en la rueda de prensa donde decía que solo metía dos nuevas líneas en la Plaza del Ayuntamiento cuando realmente sumará cinco. Es una locura propia de una iluminada, y es normal que la gente empiece a asustarse al ver que València puede estar gobernada los próximos tres años por alguien que gobierna despóticamente al frente de una corporación de ultraderecha. Todo apunta a que será así, pero por lo pronto le daremos el beneficio de la duda y esperaremos a ver si alguien ha avalado el anuncio que realizó ayer o todavía está buscando a algún títere para que se lo afine”, concluye el concejal de Compromís.
